Bahía Blanca | Viernes, 19 de abril

Bahía Blanca | Viernes, 19 de abril

Bahía Blanca | Viernes, 19 de abril

Seis de cada diez fumadores intentarían dejar el tabaco sin ayuda de un profesional

Es uno de los datos surgidos de una encuesta nacional realizada durante la cuarentena. Participaron 3.418 personas mayores de 16 años de todo el país.

   Seis de cada 10 fumadores (60,7%), en caso de decidir dejar de fumar, lo harían por su cuenta, apostando solo a su voluntad personal. 

   La afirmación surge de un relevamiento realizado en plena época de distanciamiento social preventivo y obligatorio y produjo la preocupación de los especialistas, ya que las mayores probabilidades de éxito están asociadas al acompañamiento profesional.

  Sin embargo, es bastante habitual que la gente lo intente por su cuenta: las estadísticas históricas de consulta médica para la cesación tabáquica se encuentran por debajo del 10%, tanto a nivel local como internacional.

   Entre otros comportamientos, el 8,6% manifestó que utilizaría herramientas como grupos de autoayuda, el 13,3% recurriría a medicamentos, chicles o parches, el 7,2% a terapias alternativas y el 4,3% utilizaría el cigarrillo electrónico como paso intermedio. 

   El dato surge del trabajo denominado “Estudio de Opinión sobre hábitos y tabaquismo en tiempos de cuarentena”, llevado a cabo a nacional a pedido del Centro de Investigaciones de Enfermedades No Transmisibles (CIENTA) que incluyó la participación telefónica de 3.418 individuos mayores de 16 años de todo el país durante el mes de junio de 2020. 

   En opinión de los especialistas, en general el porcentaje de personas que deciden pedir ayuda con los profesionales es muy bajo, y seguramente ello contribuye a que se sucedan múltiples fracasos en los intentos antes de alcanzar el objetivo.

   “Los valores aportados por los participantes de la encuesta están en línea con lo reportado por los expertos en cesación tabáquica, y eso genera un desafío porque seguramente el mensaje no está llegando como debiera y muchos fumadores por desconocimiento o falta de confianza en el abordaje médico del tabaquismo, no recurren a sus servicios”, manifestaron desde CIENTA.

   En cuanto a la utilización bajo indicación médica del cigarrillo electrónico como un vehículo que contribuya a la cesación tabáquica, cada vez son más los autores que ubican al “vapeo” dentro del concepto de “reducción de daño”, que significa trabajar escalonadamente con herramientas que, aunque no son inocuas, son mucho menos dañinas que el cigarrillo a combustión. 

   Es decir, reconociendo que en algunos casos puede ayudar en el proceso de abandono del consumo de cigarrillos de combustión mediante un reemplazo temporario por estos dispositivos. Pero siempre bajo la supervisión y el seguimiento de un profesional de la salud. 

   No obstante, en la Argentina, si bien no está prohibido su uso, no está autorizada su comercialización y se carece de una legislación que regule o controle su consumo.

   “La adicción al cigarrillo de combustión es muy fuerte, y al momento de evaluar un abordaje de cesación tabáquica todas las estrategias y recursos disponibles deben ponerse sobre la mesa y evaluar en conjunto, paciente y médico tratante, la que mejor se adapte a las características de cada individuo”, indicó la licenciada Florencia Morales, del equipo de Sociología de CIENTA.

   “Sin embargo, si la gente no se acerca a pedir ayuda e inicia cada proceso por su cuenta apelando exclusivamente a su voluntad, les priva a los profesionales de ofrecerle asistencia y un abanico de recursos disponibles en la medicina actual”, finalizó la especialista.

Otros datos que arrojó el relevamiento

   1. El relevamiento reportó un nivel de tabaquismo en 1 de cada 5 encuestados (20,8%), valor que se corresponde con resultados del Ministerio de Salud.

   2. Solo un 30% de los fumadores intentó dejar de hacerlo, pero sin éxito, un 48.1% lo pensó, pero no lo intentó y un 14.5% ni siquiera lo intentó.

   3. En cuanto al tipo de cigarrillo, 8 de cada 10 (82%) consumieron el cigarrillo tradicional a combustión, 7,4% cigarrillo electrónico, 2,7% ambos y otros el 5,6%.

   4. A criterio de los especialistas ya no cabe ninguna duda del rol del tabaquismo en el desarrollo de enfermedades crónicas no transmisibles.