Bahía Blanca | Viernes, 29 de marzo

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¿Por qué hay que organizar las compras y las comidas para alimentarse bien?

“A diferencia de 2020, en que nos alimentamos mal, hoy la clave pasa por cocinar dos o tres horas en un día para toda la semana. Y también por hacerse amigo del freezer”, sostuvo Sonia Moyano, licenciada en Nutrición.

Un freezer, un elemento clave para 2021. / Fotos: Emmanuel Briane-La Nueva y gentileza Sonia Moyano

Guillermo D. Rueda / grueda@lanueva.com

   Horarios cambiados; descanso a horas desusadas; mal dormir; sedentarismo; mucho tiempo delante las pantallas, y la lista sigue. Todo repercutió en la salud, por una inadecuada alimentación, durante el primer año de la pandemia.

   “La organización es la clave para esta etapa”, dijo Sonia Moyano, licenciada en Nutrición; educadora en nutrición alimentaria Ayurveda (medicina tradicional y alternativa de la India) y especialista en nutrición deportiva, vegetariana y vegana.

   “Me refiero al bath cooking, que es cocinar durante dos o tres horas en un día la alimentación para la semana. Se fraccionan verduras, frutas y carnes para dejar todo lavado y cortado”, agregó.

Sonia Moyano, licenciada en nutrición deportiva, vegetariana y vegana.

  “También se hacen tartas o budines. Así, uno tiene comida sana sin ponerse a cocinar todos los días”, sostuvo.

   “Lo más importante en este caso es hacerse amigo (sic) del freezer. Porque evita —añadió Moyano— las llamadas constantes al delivery y hacer una pizza detrás de otra. Elaborás una tarta y se puede dividir para la semana”.

   La nutricionista —egresada de la Universidad Juan Agustín Maza, de Mendoza— también aludió a la organización del sistema de compras.

“La falta de tiempo y la desorganización generan la elección de alimentos altos en azúcares y en sodio”, dijo Moyano.

  “Hay que dedicar un día a la semana para organizarse, para determinar qué queremos comer y así solucionarlo en la verdulería y en la carnicería. También ahorramos comprando sólo lo que se necesita. Ni más ni menos”, dijo.

   —Lic. Moyano, ¿por qué nos alimentamos mal en 2020?

   —Por la ansiedad de la situación, por estar encerrados y demás. La población se concentró en consumir alimentos ultraprocesados, como los empaquetados, con conservantes y lejos de una comida saludable, o de panadería.

   “La falta de tiempo y la desorganización generan la elección de alimentos altos en azúcares y en sodio”.

   —¿En qué nos desordenamos?

   —Se cambiaron los horarios y la forma de trabajar; tenemos mucho más tiempo en casa; las horas de sueño se modificaron y, por ende, los momentos para alimentarnos.

   “Nos pasó con pacientes que empezaron a cenar a las 12 de la noche y a levantarse (a la mañana) bastante más tarde. Gran parte de esto a partir del home office.

   —¿Cómo repercute en el organismo?

   —Aumentamos de peso de manera no saludable. La falta de sueño es uno de los hábitos perjudiciales, porque el cuerpo se debe preparar para descansar y no para seguir recibiendo alimentos. También repercute en el estrés, porque la persona tiende a consumir alimentos con azúcares o con más sodio.

   —¿De qué manera se manifiesta el incremento de las horas de pantalla?

   —Por múltiples razones no se comparte una comida saludable a la hora del almuerzo. Ahí empieza el desorden en la alimentación. El exceso de pantalla está ligado al sedentarismo; los movimientos son mínimos.

   —¿De qué manera incide la pandemia respecto de lo emocional?

   —La ansiedad y el estrés que manifiestan los pacientes es lo más resaltable. Es lo que lleva a alimentarse con facturas, por ejemplo, y otros productos para saciar esa adicción.

   —¿Es un tema para abordar también con psicólogos?

   —Sí. Creo en los tratamientos interdisciplinarios; todos ayudan a que uno esté entero. En este caso, en que hay que paliar emociones o situaciones anormales respecto de las que veníamos viviendo, hay que tener en cuenta un tratamiento.

   “Ha pasado un año y aún estamos probando y viendo qué da resultado. Creo que con las terapias y la alimentación vamos encaminados”.

   —¿Cuál es la fórmula?

   —Entiendo que la pandemia va a ser similar respecto de 2020, pero no tan extrema. De hecho, tenemos un poco menos de ansiedad.

    “Que haya vacunas ya es un ejemplo de eso. Esta alternativa, más la modificación de hábitos, ayudará a que estemos mejor que a principios de año pasado, cuando dominaba la incertidumbre.

   “A nivel de nutrición, con pequeños cambios de hábitos sumamos bastante; por ejemplo, incorporar actividades físicas, aun estando en casa.

   “Internet es mágico para estos momentos y hay variedades de actividades para desarrollar. No hace falta que sea una hora por día, ya que con 20 minutos está bien. También se puede incluir a los chicos, o salir a andar en bicicleta con ellos.

   “Todo lo que sume para descontar sedentarismo y tiempo de pantalla será bienvenido. La actividad física es clave también para lo emocional”.

“Hay que enfocarse más en la salud para reforzar el sistema inmune”

   Para la Lic. Moyano, uno de los aspectos positivos de la pandemia, por decirlo de alguna manera, es el cambio de conciencia respecto de la alimentación saludable.

   “Hay una visión diferente respecto del tema”, sostuvo.

“En los pacientes advierto que dicen: ‘Esto no va. Me debo enfocar más en la salud para reforzar un sistema inmune que se ha descuidado”, contó.

   “Hay mucho interés de las personas por saber cómo fortalecer esto”, agregó.

“Claramente, este cambio de hábito se hace necesario. El mayor interés por mejorar la salud es, asimismo, un acercamiento a la prevención de las enfermedades”, aseguró la Lic. Moyano.