Bahía Blanca | Sabado, 20 de abril

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Asesinato en la Catedral

El hecho ocurrió en la primera misa del día.

Mario Minervino / mminervino@lanueva.com

 

   Hace 56 años, en marzo de 1965, fueron inhumados en el atrio de nuestra iglesia Catedral los restos del padre Luis Pérez, asesinado en esa casa 42 años antes. Todo comenzó en febrero del 65, cuando la Curia decidió exhumar el cuerpo del sacerdote para reducir sus restos y colocarlos en una urna. Grande fue la impresión cuando, al abrir el ataúd en el cementerio, comprobaron que, pese al tiempo transcurrido, el cuerpo estaba libre de corrupción. Decidieron entonces inhumarlo en el ámbito catedralicio.

   El sacerdote había sido asesinado el 14 de marzo de 1923. Esa mañana, el padre Luis comenzó a ofrecer la misa de las 7.35, como teniente cura que era de la catedral desde su llegada a nuestra ciudad, cinco años antes. De entre una escasa concurrencia, y en forma sorpresiva, un individuo saltó la baranda que separaba al altar de los feligreses, extrajo un cuchillo y lo hundió en el vientre del sacerdote. Inmediatamente, el agresor se estacionó al lado del comulgatorio, con la mirada perdida.

   Algunos presentes asistieron al sacerdote mientras otros apresaban al desconocido. Pronto lel médico Aristóbulo Barrionuevo, quien trasladó al herido a su clínica, donde falleció minutos después. Tenía 46 años de edad.

   El acusado del asesinato fue juzgado aunque su insanía era evidente y la pena se vio reducida por esa situación. El caso tuvo difusión nacional y fue publicado en varias páginas de la revista Caras y Caretas.

   En aquella jornada de 1965, antes de inhumarlo, se realizó una misa de cuerpo presente, para luego ubicarlo en el atrio. También en ese espacio, y desde 1980, se ubica la urna que contiene tierra de la tumba del coronel Ramón Estomba tomada del cementerio de la Recoleta donde el fundador de la ciudad fuera inhumado en 1829..