Bahía Blanca | Jueves, 25 de abril

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Apatía, un signo temprano que se manifiesta en cierta forma de demencia

Un estudio mostró que la apatía aumentó en severidad con el tiempo en aquellos que contaban con genes de riesgo antes de que se desarrollaran otros síntomas.

“Cuanto más descubramos sobre los primeros efectos de la demencia fronto-temporal, mejor podemos tratar los síntomas y retrasarla”.

   Buena parte de la investigación en torno a las enfermedades neurodegenerativas apunta a la identificación de sus síntomas más tempranos, con el objetivo de implementar lo antes posible las distintas estrategias terapéuticas que actualmente se emplean para ralentar o demorar su desarrollo.

   Y así como, por ejemplo, se ha logrado determinar que en una gran mayoría de casos la enfermedad de Alzheimer es precedida por la pérdida del olfato (sí, como sucede con el Covid-19), recientes estudios sugieren que la demencia fronto-temporal tiene como signo previo a una notable manifestación de apatía.

   “La demencia frontotemporal está relacionado con el deterioro funcional, la disminución de la calidad de vida, la pérdida de independencia y una peor supervivencia”, explicó la autora principal del estudio, Maura Malpetti, estudiante de doctorado en neurociencias clínicas en la Universidad de Cambridge, Reino Unido. 

   Su trabajo de investigación, publicado en la revista especializada “Alzheimer´s & Dementia”, muestra que la apatía es un síntoma que tiende a aparecer varios años antes del diagnóstico de demencia frontotemporal y que se correlaciona además con factores de riesgo genéticos.

   A diferencia de otras formas de demencia, que tiendan a manifestarse a edades muy avanzadas, esta suele aparecer entre los 45 y 64 años, y es sabido que esta enfermedad que principalmente a los lóbulos frontal y temporal del cerebro tiene un importante componente genético: entre el 10 y el 30% de quienes la desarrollan tienen antecedentes familiares. 

   ¿Cómo se manifiesta? Provoca cambios de comportamiento, personalidad y lenguaje en las personas que conservan sus habilidades espaciales y su memoria; entre los cambios, se cuentan la pérdida de inhibiciones habituales, comportamientos repetitivos o compulsivos, disminución de la energía y, justamente, apatía.

   Las personas con esta afección pueden perder su motivación, iniciativa e intereses, lo que lleva a la impresión errónea de que están deprimidos, advirtieron los investigadores, que han mostrado que este síntoma precede a las demás manifestaciones. 

   Durante 2 años, Malpetti y sus colegas monitorearon a voluntarios que participaron de la “Iniciativa de demencia frontotemporal genética”, un estudio colaborativo y multinacional entre especialistas en centros de investigación de Europa y Canadá, que enroló a 600 participantes, de los cuales 304 tenían variantes genéticas que aumentaban su riesgo de desarrollar demencia frontotemporal.

   El estudio mostró que la apatía aumentó en severidad con el tiempo en aquellos que contaban con genes de riesgo antes de que se desarrollaran otros síntomas, no encontrándose tal tendencia entre los participantes sin estas variantes genéticas. 

   Además, las imágenes de resonancia magnética mostraron que la gravedad de la apatía se correlacionó con volúmenes más bajos en dos partes del cerebro, el lóbulo frontal y la corteza cingulada, al comienzo de la investigación.

   "Al estudiar a las personas a lo largo del tiempo, en lugar de tomar una instantánea, relevamos cómo incluso los cambios sutiles en la apatía predecían un cambio en la cognición, pero no al revés”, comentó Malpetti, para quien la demencia “es una de las crisis de salud más significativas del siglo XXI”.

Diagnóstico precoz

   1. La importancia del diagnóstico precoz radica en que se trata de afecciones que no solo minan la calidad de vida, sino que además son comunes.

   2. “La demencia es un nombre genérico para los síndromes cerebrales degenerativos progresivos que afectan la memoria, el comportamiento y la emoción”.

   3. “Esta patología no respeta fronteras geográficas, clases sociales ni económicas. Cada tres segundos alguien en el mundo la desarrolla”, aseguran los especialistas.

   4. “Se estima que el número de personas que viven con demencia en todo el mundo es más de 50 millones y se espera que se duplique cada 20 años”.