Bahía Blanca | Viernes, 29 de marzo

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"Sea en celular, computadora o papel, para comprender un texto necesitás conectar información"

"La situación de pandemia nos obligó a recalcular y tuvimos que adaptar el estudio a lo que se podía", dijo la especialista en Psicolingüística, Valeria Abusamra.

La lingüista Valeria Abusamra.

Brenda Ghiberti / bghiberti@lanueva.com

   "Sea en un celular, en una computadora o en papel, para comprender textos necesitás conectar información, jerarquizar, tener un buen vocabulario, aplicar habilidades metacognitivas, inferir; entonces la virtualidad puede constituir un mecanismo motivacional muy fuerte pero la enseñanza de estas habilidades lingüísticas sigue siendo fundamental", explicó la especialista en Psicolingüística, Valeria Abusamra.

    En medio de un contexto excepcional, donde desde el comienzo de la pandemia por COVID-19 hasta hoy las clases son virtuales, Abusamra le dijo a La Nueva. que evaluar ahora el impacto de la enseñanza virtual —en estas condiciones— es condenar las formas de la virtualidad al fracaso. 

   La docente en la carrera de Letras de la UBA e investigadora del CONICET resaltó que los agentes del sistema educativo y las familias tuvieron que adaptarse en tiempo récord a interactuar de otra manera, a incorporar el uso de soportes con los que muchos no estaban familiarizados, pensar recursos, contemplar la situación de los que no contaban con los dispositivos necesarios y sostener desde lo emocional.

   Sin embargo, la lingüista sostiene que en los últimos años han cambiado los paradigmas de procesamiento de la información: “Pasamos de la lógica de la palabra a la de la imagen, con todo el impacto que esto genera. Entonces lo que tendremos que hacer es medir qué ocurre con una generación o con las generaciones que viven en un contexto en el que la tecnología viene siendo protagonista, más que la consecuencia que genera una virtualidad acotada y repentina”. 

   Y agregó: “Habrá que analizar cuidadosamente los efectos de los desplazamientos que ya se reflejan (y se verán con mayor intensidad en un futuro no lejano) en las interacciones humanas y en las formas en que se construye conocimiento”.

   Valeria realiza parte de su trabajo de investigación en el Hospital Eva Perón, de San Martín, en el servicio de Neuropsicología al que llegan pacientes con trastornos del lenguaje como consecuencia de una lesión cerebral.

    En el año 2018, una encuesta preparada por Motorola demostró que el 50 % de los adolescentes argentinos que participaron pasaban 12 horas al día con el celular a mano; la mitad del día frente a una pantalla: "Se entretienen, se comunican, escuchan música, aprenden, escriben y mucho. Pero más allá de la familiaridad y la motivación que puede suponer para un niño o niña o para un/a adolescente, la lectura y la escritura —que representan la base del aprendizaje— siguen siendo en esencia las mismas habilidades que deben ser explícitamente enseñadas y ejercitadas", advirtió. 

 

   —¿Qué resultados preliminares obtuviste en la encuesta que realizaste sobre cómo influía el uso del celular o la computadora con una tarea de comprensión de textos?

   —El objetivo inicial era comparar el rendimiento de estudiantes universitarios en tareas de comprensión de textos realizadas en distintos soportes: computadora, celular y papel. La situación de pandemia nos obligó a “recalcular” y tuvimos que adaptar el estudio a lo que se podía. Por eso, extendimos la franja de edad y decidimos indagar en qué pasaba con personas de diferente edad y escolaridad cuando tenían que cumplir con una tarea de comprensión lectora en distintos soportes. Nuestra hipótesis inicial era que la lectura en celular (especialmente en los más grandes) reflejaría mayores dificultades a la hora de realizar la tarea. Fundamentalmente porque para leer desde una pantalla de celular necesitás mayores recursos de memoria (es poca la información que vas pudiendo procesar). Esto no fue así: las diferencias que encontramos no son estadísticamente significativas. No hubo efecto del soporte. Lo que se observó es que la gente de mayor edad requiere más tiempo para llevar a cabo la tarea, pero el rendimiento no se ve afectado en términos de la precisión. Si las condiciones son las mismas (leer un texto corrido y responder preguntas) los resultados parecen ser similares. Esto es una evidencia interesante porque si finalmente se mantiene esta tendencia, se podría decir que, con asegurarle un celular a cada chico, puedo tener un elemento para equilibrar desigualdades.

Las efectos de aprender en pandemia

   Junto a algunos investigadores del CONICET (el grupo de Lingüística y Neurobiología Experimental del Lenguaje de INCIHUSA-CONICET con Ángel Tabullo, el grupo de Psicología Cognitiva y Educacional de IPSIBAT-CONICET con Lorena Canet Juric y el CIIPME-CONICET) iniciaron un trabajo con el objetivo de analizar la comprensión de textos de niñas y niños de 8 a 13 años, en medio del contexto de aislamiento social por la pandemia. 

    "Lo que queremos ver son los posibles efectos que generan las condiciones de vida, los hábitos de lectura y recreativos de los niños y las niñas. De todas maneras, hay resultados de investigaciones muy interesantes que analizaron, por ejemplo, los cambios percibidos por los padres en algunos indicadores psicológicos y escolares. Un trabajo justamente del IPSIBAT registró que un porcentaje considerable de niños y niñas (según sus padres) manifiestan conductas regresivas, problemas atencionales e incluso disminución del compromiso escolar", mencionó Valeria.

Un libro para evaluar la escritura

   "Escribir, y especialmente planificar un texto supone una habilidad sumamente costosa desde el punto de vista cognitivo. Cuando escribimos, ponemos en marcha muchísimos aspectos. Necesitamos conocer las propiedades gráficas de las letras, los movimientos manuales necesarios para realizarlas, la dirección de la escritura, la separación entre palabras. Tenemos, además que dominar un sistema de puntuación y de acentuación. Conocer ciertas características ortográficas de las palabras y, como si fuera poco, planificar lo que voy a escribir teniendo en cuenta qué quiero decir, cuál es el destinatario, qué registro puedo usar. Como podés ver, es sumamente complejo. Por eso, el libro la Batería BEESc permite indagar sobre el estado de cada una de estas habilidades. La idea es que conocer de modo profundo qué pasa con cada subproceso, nos puede ayudar a pensar en programas de mejoramiento bien orientados", expresó Valeria sobre que el libro que acaba de publicar la editorial Paidós, del cual es autora, una herramienta que valora las habilidades grafomotoras, ortográficas y de planificación escrita a nivel individual o grupal.

 

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