Se viene el entubado
Una obra pedida por los propios vecinos.
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Mario Minervino / mminervino@lanueva.com
Hace 50 años, en julio de 1970, la Dirección de Hidráulica de la provincia de Buenos Aires anunció que incluía en el plan de obras de los años 1972 a 1974 el entubado del arroyo Napostá en nuestra ciudad.
La idea de entubar al Napostá –esconderlo dentro de un conducto de hormigón—data de la década del 50, impulsada por vecinos de varios barrios aledaños al curso de agua –entre ellos Napostá, Villa Mitre, Bella Vista—que sufrían el mal uso del mismo, un curso completamente contaminado por la basura que arrojaba los propios vecinos así también los efluentes que volcaban industrias y fábricas.
La respuesta desde la provincia, que debía financiar la obra, dejó en claro que compartía esa idea, planteando la obra entre calles Sarmiento y Estados Unidos, vale decir que el paseo de las Esculturas hoy no existiría si se hubiese adoptado ese recorrido.
La obra estaba también considerada en el Plan de Desarrollo Urbano local, donde se señalaba que el paso del arroyo “a cielo abierto” por la zona urbana originaba “un corte molesto” a la continuidad de la trama y que con su “escaso ancho y caudal” impedía adquirir “una fisonomía de interés”. También se remarcaba el mal uso por parte de vecinos e industrias que lo utilizaban para el volcado de residuos.
Una vez que se realizara en el entubado, la municipalidad haría un estudio de urbanización, el cual comprendía la generación de una avenida sobre el cauce escondido. Se hablaba además de la posible necesidad de expropiación de terrenos en las márgenes del arroyo, de manera de generar áreas verdes y arboladas. Desde Estados Unidos y hasta su desembocadura se lo dejaría a cielo abierto, “con una reserva de bordes para usos recreativos”.
El entubado se realizó entre 1978 y 1983, aunque nunca se concretó avenida alguna sobre su traza, sino sólo intervenciones aisladas de distinta calidades y usos.