Bahía Blanca | Miércoles, 24 de abril

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“La prensa española dijo que el partido iba a servir para probar el reloj”

Como asistente de Flor Meléndez en la selección argentina, "Juanqui" repasó el histórico triunfo argentino -segundo desde 1950- ante Estados Unidos en el Mundial de España '86.

Sebastián Uranga (izquierda) y Esteban Camisassa establecen el cerco ante Sean Elliot. Fotos: gentileza Juan Carlos Alonso y endesabasketlover.com

Por Ricardo Sbrana - rsbrana@lanueva.com

   Si un resultado deportivo mereció la tapa de la revista "El Gráfico" en los '80, hoy en las redes sociales hubiese sido un fenómeno viral. Dos épocas. Y dos termómetros para medir la hazaña del seleccionado argentino de básquetbol en el Mundial de 1986: el triunfo ante Estados Unidos por 74-70.

   Quedan de aquella gesta el recuerdo de los protagonistas, un par de videos de baja calidad, datos fríos y dos asteriscos para la historia. Uno, Argentina volvía a Copa del Mundo tras ausencias en Filipinas '78 y Colombia '82. Otro, que aquel 13 de julio el equipo dirigido por Flor Meléndez y el bahiense Juan Carlos Alonso se cargó al invicto y, finalmente, campeón.

   “Me acuerdo que jugamos ese partido en Oviedo porque previamente se había roto el tablero electrónico de la cancha. La prensa española dijo que sería un partido como para probar el nuevo reloj, como diciendo que para Estados Unidos sería un trámite. Pero el tablero no tuvo ningún problema, sin dudas”, recordó Alonso, en diálogo con “La Nueva.”.

Juan Carlos Alonso.

 

   Argentina pasó 3º en su zona (triunfos ante Holanda, Malasia y Nueva Zelanda). El éxito ante EE.UU. se produjo en la segunda fase, en la que también venció a China y perdió los restantes tres juegos. El último ante Cuba (85-81) por el 11º y penúltimo lugar.

   -¿El equipo estaba para ganar alguno de esos cruces de la fase final o quedó en un limbo después de la victoria frente a Estados Unidos?

   -El Mundial coincidió más o menos con la creación de la Liga Nacional en nuestro país, que tuvo la etapa llamada de transición en 1984 y luego sí el torneo definitivo en 1985. El Mundial se jugó el año (1986) en el que siendo asistente de Daniel Allende en Olimpo, jugamos y perdimos la final de la Liga contra Ferro. Si bien era una Liga competitiva, creo que si el Mundial se hubiera jugado en 1988, ese mismo seleccionado argentino hubiera hecho mejor perfomance. Nos faltó roce internacional.

   -Pero tuvieron un período importante de preparación.

   -Hicimos una gira por México, donde jugamos como cinco partidos. Allí el entrenador fui yo porque Flor estaba dirigiendo a su equipo de Puerto Rico. Yo en ese momento tenía 29 años, era medio pichón... Misma edad que (Miguel) Cortijo, (Carlos) Romano. Como que allí estaba haciendo mi debut. No tenía renombre, aunque sí me conocían por mi trabajo con juveniles en Olimpo y por haber sido asistente de Daniel Allende. Entonces, mientras estuve al frente del equipo en México, en un partido ponía de capitán a Cortijo, en otro a Romano. Recordemos que aquel seleccionado (por los convocados) era un mix de jugadores de Obras-Ferro. Que a nivel entrenadores era Flor (Meléndez)-León (Najnudel)... Esa división estaba allí a flor de piel. Existía una grieta.

Juanqui, primero desde la derecha, con el equipo durante la preparación en México. ¿¡Y El Loco Montenegro!?

 

   -¿Repercutió en el grupo?

   -Y... Se notaba. Flor ponía mucho paño frío, pero a mí me costaba. Entonces ponía un partido como capitán a Cortijo, en el otro a Romano. Hasta que un día Romano invitó a tomar un café a Baby Celestino, que era el jefe de equipo. Le dijo: `Mirá, decile a este pibe que esto no es Mini. El capitán tiene que ser uno sólo´. Yo me enteré y le dije a Baby Celestino que por el mismo medio le comunicara que el capitán, a partir de ese momento, sería Cortijo. Le comenté lo ocurrido a Flor y me dijo que el capitán sería Cortijo. Y Flor se la fumó, porque él era de Romano. Después le dijo a Romano: `Eso le pasa por hablar al pedo´.

   -¿Ellos eran los líderes de ese equipo?

   -Romano, Miguel, que era muy calladito... También estaba (Luis) Oroño. A mí quienes me dieron una mano muy grande fueron Oroño y (Esteban) Camisassa, quien en México me invitó a tomar un café. Cuando volvíamos, los demás lo aplaudieron porque decían que Camisassa no comía huevo para no tirar la cáscara jeje... Decían que era un miserable total, ja. Pero hizo una charla conmigo para decirme que estaba contento y orgulloso. `Te pusiste el equipo al hombro con la poca experiencia que tenés´, me dijo. Él era un peso pesado. Después jugamos amistosos en Dominicana, Puerto Rico,  Francia, Italia y Valencia. Luego nos quedamos en Canarias. En total, sumando amistosos y Mundial, estuvimos 70 días fuera de Argentina.

El plantel argentino, que finalizó 12º (último entre los que accedieron a la fase final). Fernando Borcel reemplazó a Luis González, baja por lesión.

 

“Ser protagonistas”

   Tras una aceptable fase inicial, Argentina clasificó a la segunda. Una etapa llamada "fase semifinal" de la que participaron 24 equipos divididos en dos zonas. Y si bien nuestro representante tenía chances de seguir creciendo, las derrotas con Canadá e Italia (les había ganado en amistosos en Verona) cambiaron el rumbo.

   En el medio, la gesta frente al combinado de universitarios estadounidenses.

   -¿Cuál fue la estrategia?
   -Flor, que conoce muy bien el básquet americano, decía que el básquet universitario era muy versátil, dinámico, de mucha predisposición al trabajo sobre el error del rival. Que no era tan agresivo como el de la NBA. Tengo grabadas sus palabras finales al plantel antes de entrar a la cancha: `No juguemos con ellos, juguemos contra ellos´. Es decir, les pidió no ser espectadores sino protagonistas. Y lo planteó sobre el desgaste físico que pudiéramos plantear. Debíamos jugarles mucho fisico, con mucha maña y picardía porque era un equipo muy inocente, más allá que la mayoría después llegó a jugar en la NBA. Quería plantear un juego de control y jugarles muy físico. Y ese día Romano, Milovich, Maggi, Montenegro y Aispurúa se cagaron a trompadas con los grandes de ellos...

El equipo estadounidense, que fue dirigido por Lute Olson y se consagró campeón mundial. Sumó 11 triunfos y una derrota, ante Argentina.

   -El problema no fue la altura...

   -Sí, éramos inferiores en tamaño, en preparación física o atlética. Pero jugábamos con mucha picardía y control de pelota. Y tuvimos a un Miguel Cortijo excepcional, que salió bien parado del acoso defensivo que le aplicó ese chiquitito que era Tyrone Bogues... Insoportable. Además Flor manejó muy bien el banco, la rotación, al estilo americano. Lo sacaba tres minutos a Miguel, lo ponía a Milanesio y después lo devolvía a la cancha. A Bogues lo desgastamos mucho con los bloqueos.

   -Y dejaron al rival en un marcador bajo y dominaron todo el partido.

   -El resultado fue muy miserable, pero el dominio del partido siempre lo tuvo Argentina. Los tipos no lo pudieron controlar. Y en la medida que llegamos al primer tiempo con un marcador favorable, en el segundo el equipo entró mucho más animado, como jugando una final. ¡Hasta el utilero jugó bien esa noche! Todo el equipo estuvo concentrado. El mejor juego de Argentina en el Mundial.

La planilla estadística del partido, disputado el 13 de julio de 1986 en el Palacio de los Deportes de Oviedo.

   -¿Qué pasó después?

   -Se festejó muchísimo. Yo tenía un recorte en el que se ve una foto en la que Milanesio me abraza y me levanta a upa. En el vestuario hubo un gran reconocimiento por parte de Flor a todos los jugadores. Me queda el recuerdo de la inmensa alegría de todo el equipo... Pichi Campana llorando, un inexpresivo como Miguel Cortijo saltando, gritando... Pensá que hasta entonces se le había ganado únicamente en el Mundial del 50. Es inolvidable.

Video: partido completo

   El siguiente es el partido completo que Argentina le ganó a Estados Unidos, publicado por la web Basquetplus: