Bahía Blanca | Viernes, 29 de marzo

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Puerto Piojo: el regreso de un sector emblemático en los muelles whitenses

El Consorcio de Gestión aprobó realizar una espacio de uso comunitario de 400 metros lineales en la Banquina de Pescadores.

Adrián Luciani
aluciani@lanueva.com


   Entre todas las postales emblemáticas que ofrece Ingeniero White, la banquina de los pescadores seguramente ocupa un lugar de privilegio.

   Más conocida como “Puerto Piojo”, hasta hace una década atrás la dársena ubicada junto al ex Muelle Nacional dio cobijo a numerosas lanchas amarillas dedicadas a la pesca artesanal.

   Probablemente los más memoriosos o quienes peinen más canas recuerden que no siempre funcionó en el mismo lugar, sino que su actual ubicación se remonta a mediados de la década del 60, luego que en 1966 la construcción de nuevos elevadores terminó exigiendo una relocalización hacia el sector ubicado entre los muelles de Hierro y Nacional.

   Pero las obras dispuestas por la administración nacional, que por entonces manejaba el puerto, se demoraron bastante e incluso generaron varias protestas, sobre todo porque el lugar se había convertido en un cementerio de embarcaciones repleto de basura.

   Esos fueron, precisamente, años muy duros porque durante más de tres temporadas los camarones y langostinos no se hicieron presentes en las aguas del estuario local.

   Luego vinieron algunos años dorados en Puerto Piojo, pero también varios de redes y cajones vacíos.

   Hace dos décadas unas 250 familias vivían directamente de la pesca artesanal y diez años después su número se vio drásticamente reducido por la falta de capturas y de medios económicos para proveerse de embarcaciones más grandes, capaces de ampliar las zonas de pesca, entre otras cuestiones.

   En 2011 muchos pescadores aceptaron el pago de una suma de dinero por parte del Consorcio y la Provincia para reconvertirse y dejar una actividad que cada vez resultaba menos lucrativa.

   Luego de numerosos conflictos se llegó hasta este presente donde un puñado de embarcaciones continúa pescando.

   Ahora las obras incluirán a toda la herradura que bordea la dársena para revalorizar el lugar destinado a las lanchas amarillas y donde los fines de semana se podrá comprar no sólo pescado fresco, sino también frutas y verduras de productores locales.

   Food trucks, espectáculos y actividades culturales para la familia, completarán esta especie de feria franca destinada a recrear al menos una parte de lo que fue el antiguo puerto.

   Se retirarán las lanchas que se encuentran abandonadas en el muelle, se relocalizará un alambrado existente, se construirán veredas, barandas de seguridad y bancos y se instalará diverso mobiliario para facilitar su uso por parte de la comunidad.

   Esto constituye una nueva etapa de un conjunto de obras similares ya concretado, por ejemplo el balcón al mar - mirador  (2014)  ubicado donde estaba el ex Muelle de Hierro, entre Cargill y Terminal Bahía Blanca y las distintas etapas del denominado Paseo Portuario en el muelle Carranza (ex Nacional) y bulevar Guido,