Bahía Blanca | Sabado, 20 de abril

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Bahía Blanca | Sabado, 20 de abril

El riesgo de que se trate de un caso de circulación comunitaria

La autoridades sanitarias buscan determinar el origen del contagio en el geriátrico. Si no se logra detectar el inicio del foco, Bahía entrará en una de las etapas más complejas y se pondrá a prueba el sistema hospitalario.

El geriátrico de calle Avellaneda al 700. (Rodrigo García - La Nueva)

   En dos ocasiones Bahía Blanca pareció tener controlados los focos de contagio de coronavirus, con 8 días consecutivos sin que se registren casos. En ambas oportunidades, al noveno día se rompió la serie.

   El 9 de mayo se conocieron los dos primeros positivos vinculados al parque eólico de Villarino. Se trataba de dos ingenieros cordobeses que vinieron a trabajar al complejo de Mayor Buratovich pero se alojaron en Bahía.

   El caso previo más cercano había sido el 30 de abril, un hombre que era contacto estrecho de una enfermera del HAM.

   Al finalizar la primera semana de mayo parecían controlados los brotes entre el personal de salud (HAM y Penna) así como los contagios de bahienses que habían viajado al extranjero. Pero el parque eólico rompió la racha.

   Luego de los últimos contagios relativos al complejo de Buratovich, detectados el día 23 de mayo, ayer 1 de junio apareció un nuevo foco. En esta oportunidad en un geriátrico, donde los internados son naturalmente población de riesgo.

   Las autoridades sanitarias no lo expresan en público pero creen que la mujer fallecida difícilmente será la única contagiada.

   Y además todavía queda flotando una duda clave, que la Municipalidad y Región Sanitaria esperan resolver pronto. ¿Se puede detectar el origen de este nuevo contagio? Hasta ahora siempre se logró establecer el inicio de cada brote.

   Si esta vez no se pudiera, significará que Bahía Blanca ingresa en uno de los escenarios más temidos: los contagios por circulación comunitaria, aquellos en los cuales no se puede confinar completamente el foco de COVID-19 porque el virus ya se está moviendo entre la población.

   Una de las eventuales consecuencias es el retroceso de fases de la cuarentena. Dicho de otro modo, volver a una etapa más restrictiva tanto para las actividades recreativas como laborales.

   Pero lo más grave puede ser el impacto en el sistema sanitario. Si el virus toma una curva expansiva pondrá ante una dura prueba a los hospitales bahienses, así como eventualmente a los centros de internación diseñados de manera especial para enfrentar la pandemia.