Bahía Blanca | Miércoles, 24 de abril

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Denuncia de violación en el Ejército: aguardan por dos pericias clave

Los cabos Omar Grandoli y Jonathan Romero Díaz y el sargento Carlos Inés están acusados por el delito en perjuicio de una joven de 17. 

 

    Pericias a los celulares de los tres acusados y un estudio psicológico a la denunciante podrían echar luz, en los próximos días, a la investigación por una supuesta violación registrada en el Batallón de Comunicaciones 181 del Ejército Argentino.

   Los imputados son el sargento Carlos Alberto Inés, de 38 años; el cabo primero enfermero Omar Ignacio Grandoli (27) y el cabo conductor motorista Jonathan Alexis Romero Díaz (29).

   Los tres están siendo asesorados por el abogado particular Julio Alonso, quien aseguró que, a diferencia de la mayoría de los abusos sexuales "acá hay testigos oculares del hecho".

   Aseguró Alonso que, incluso, la hermana de 18 de la denunciante -ambas habían concurrido voluntariamente a las instalaciones de la calle Cuyo en la madrugada del domingo pasado- "desmiente a su hermana sobre la relación forzada; eso consta en su declaración en la causa".

   Por ese motivo, a criterio del abogado, será muy importante la pericia que se inicia hoy a los celulares secuestrados, para analizar el contenido de los mensajes de WhatsApp previos, con el fin de ratificar el consentimiento del encuentro.

   También dijo que será vital el análisis psicológico a la chica, para lo cual ofrecerá a tres especialistas como perito de parte. 

 

   Esta medida seguramente va a demorar por el contexto de la pandemia, teniendo en cuenta que los profesionales consideran determinante realizar este tipo de entrevistas de manera personal y no por vía electrónica, y porque la chica permanece internada por una cuestión psiquiátrica, según se informó.

Lo que denunció

   Según la denuncia de la menor, al ex Comando del V Cuerpo de Ejército llegaron de manera voluntaria, porque su hermana tenía una relación de "amigovio" con uno de los acusados.

   Dijo que tomaron unos tragos y que ella mantuvo sexo consentido con un joven que le presentaron en esa ocasión (otro soldado, que no está acusado), aunque después quisieron sumarse otros dos.

   En principio pudo zafar, declaró que continuó con la relación de origen, pero que más tarde regresaron los ahora detenidos y la forzaron.

   Con el tercero, al parecer, hubo un incidente aparte, esa misma noche.

   Por eso las acusaciones son distintas, según el caso.

   A Inés le imputan abuso sexual simple; a Romero, abuso sexual agravado reiterado y a Grandoli, abuso sexual agravado.

   Ninguno es de nuestro medio. El sargento tiene domicilio en Pigüé, aunque sería oriundo del norte; Romero procede de Córdoba y Grandoli es de Quilmes.

   Todos están detenidos en la delegación local de la Policía Federal.