Denuncia amenazas la futbolista que se puso de espaldas durante el homenaje a Maradona

Redacción de La Nueva.

contenidos@lanueva.com

   La futbolista Paula Dapena, del Viajes InterRías, un equipo de la segunda categoría del fútbol español, se negó a guardar un minuto de silencio por la memoria de Diego Maradona, por considerar que el argentino era, además de delantero exitoso, un maltratador de mujeres.

   Ahora, la joven, de 24 años, horas después de su gesto, denuncia que está recibiendo amenazas hasta de muerte, que es víctima de acoso.

   Según indica en declaraciones al diario As, la jugadora, que también es profesora, está “un poco saturada” por la trascendencia de su gesto, sentándose en el césped y de espaldas, al contrario que sus demás compañeras, hasta el punto de que ha tenido que hacer privadas sus cuentas en redes sociales.

   “No sólo he recibido acoso yo por las redes sociales, sino que ha llegado hasta compañeras mías. Al tener la cuenta pública, han llegado a perfiles de mis compañeras que han sido acosadas estos días. No sólo hemos sufrido acoso, ha habido amenazas de muerte y amenazas del tipo de ‘voy a encontrar tu dirección y voy a ir a tu casa a partirte las piernas’”, señala. 

   Al margen de esta situación, Dapena no se arrepiente de su decisión.

   “Lo volvería a hacer una y mil veces más”, publicó la deportista en las redes sociales, en las que se convirtió en tendencia por su gesto.

   “Yo lo que denuncio es que dos días antes fue el Día contra la Violencia de Género y me parece hipócrita guardar un minuto de silencio por Maradona, que se conoce como maltratador, y no por las víctimas de violencia machista”, dijo.

   A los que prefieren separar a la persona del deportista, les responde que “para ser un buen deportista hay que tener unos valores y ser persona”.

   “Un futbolista es antes persona que futbolista, mucho más si es ídolo de muchas personas como lo es. No se puede desvincular una cosa de la otra. Hay cosas que se pueden desvincular, pero otras no”, y pone la droga como ejemplo, porque “cada uno hace consigo mismo lo que quiere”. “Pero, en el momento en el que toca a otras personas no se puede permitir”, insiste.

   “Yo me enteré de que se iba a hacer un minuto de silencia cuando iba en el coche de camino al micro con varias compañeras. Yo entonces dije que me iba a negar. Yo no sabía cómo iba a actuar. Fue en el momento de saltar a la cancha cuando se comentó y dije que me pondría de espaldas al público sentada en el suelo. Fue lo que se me ocurrió sin faltar el respeto a nadie”, explica.

   Después del minuto de silencio, su equipo recibió una goleada del Deportivo Abanca (10-0), que es el colista de la Primera Iberdrola con ocho derrotas en otros tantos partidos.