​​​​​"Sos una pu..., mirá lo que me obligás a hacerte"

Redacción de La Nueva.

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   Agredir con golpes e insultos, cosificar, ser posesivo y hasta cargar la culpa en el otro ("lo que me obligás a hacerte"). Violencia de género en esencia. Lo que les pasa a muchas mujeres.

   A. (así la identificó la justicia) se animó, hizo la denuncia a tiempo y de esa manera logró que Juan José Ramírez vaya a juicio, aunque en libertad.

   La Cámara Penal acaba de confirmar el rechazo al sobreseimiento del hombre, que había dictado el Juzgado de Garantías Nª 2.

   De esa manera Ramírez tendrá que responder por las lesiones, de carácter leve, que le provocó a su expareja.

   El detonante fue el 14 de agosto de 2017, sobre las 10.30, cuando la mujer ingresaba en su negocio de la zona céntrica de nuestra ciudad y fue abordada por su exnovio, con quien había tenido una relación de dos años, finalizada por ella 3 meses antes de ese día.

   "La empujó, tomó la lleve del local, cerró, comenzó a maltratarla, la presionó, la agarró de los brazos y golpeó la cabeza contra la puerta del baño y le dijo frases agraviantes como "Sos una pu..., mirá lo que me obligás a hacerte", consta en la causa.

   Ramírez, siempre según el relato de A., también "intentó besarla, le tapó la boca para que no grite, le pegó patadas en piernas y la empujó varias veces contra la pared".

   En un descuido, la mujer pudo mandarle un mensaje de voz a una amiga para pedirle auxilio y D. la llamó y pudo escuchar lo que pasaba.

   La chica le dijo que su amiga estaba por llegar con la policía y Ramírez decidió irse.

   Cuando D. llegó la encontró con el rostro enrojecido, llorando y muy angustiada. La acompañó a formular la denuncia.

Testimonios e informe médico 

   Si bien no fue testigo directo del hecho, la amiga pudo escuchar las circunstancias de la agresión durante el llamado telefónico y, por otro lado, el informe médico constató en la chica escoriaciones en la mano derecha y en los dos muslos.

   En la ampliación de la denuncia, A. también contó que la relación de pareja fue bastante tortuosa, con otros casos de agresiones verbales y físicas y hostigamiento telefónico desde la separación, incluso en presencia de sus amigos, como por ejemplo C., quien ratificó que el hombre "acosaba y hostigaba a A.".

   Por esos motivos la Cámara Penal entendió que Ramírez debía ir a juicio y descartó su versión exculpatoria.

   En la indagatoria, el hombre admitió ese día haber ido al negocio, pero que discutieron porque "ella le recriminaba haber finalizado la relación y que "se puso nerviosa, se alteró y en un momento se me abalanzó como para pegarme un cachetazo y ahí intenté sacármela de encima y la corrí, pero en ningún momento tuve la intención de agredirla ni lo hice".  

   Con el resto de los elementos de prueba reunidos, la Sala I de la Cámara Penal no le creyó y lo mandó a juicio.

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