Bahía Blanca | Viernes, 29 de marzo

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Encuentran agrotóxicos en el agua corriente de dos localidades de la zona

Contiene cloripirifos, un insecticida utilizado para el control de plagas en soja, maíz, trigo y cebada.

Fotos: Archivo La Nueva.

   Un grupo de investigadores argentinos comprobó que el agua de Claromecó y Tres Arroyos contiene niveles de una sustancia agrotóxica muy por encima de lo recomendado.

   El informe, que fue publicado días atrás en la revista del rubro Environmental Toxicology and Chemistry, señala que el agua potable de ambas localidades contiene cloripirifos, un insecticida utilizado para el control de numerosas plagas en cultivos de soja, maíz, trigo y cebada, y que en altas dosis constituye una amenaza para la salud humana.

   Según consignó el matutino Página 12, el tóxico —de venta libre— puede desencadenar desde incoordinación motora hasta muerte por asfixia. A niveles —supuestamente— inofensivos, ocasiona retraso en la maduración embrionaria, deterioro del crecimiento y de la reproducción, cambios comportamentales y neurológicos, deformidades y mortalidad a largo plazo.

   Al respecto, Melina Alvarez, doctora en Biología y docente-investigadora en la Universidad Nacional de Hurlingham y en la Universidad Nacional de Moreno, manifestó que la sustancia se utiliza de manera masiva para los cultivos de la Pampa Húmeda, y así afecta a la fauna acuática.

   “El problema extra es que perjudica a la salud humana, principalmente, al sistema nervioso central. El procedimiento es así: afecta a una enzima denominada acetilcolinesterasa, que es la encargada de actuar en el área neuronal y controla a un neurotransmisor. En resumidas cuentas genera un envenenamiento tóxico, en la medida en que bloquea la transmisión correcta de los impulsos nerviosos. Ello provoca incoordinación motora y podría causar la muerte.”, sostuvo.

   La bióloga reconoció que al analizar muestras de las zonas de Claromecó y Tres Arroyos se halló los insecticidas endosulfan, clorpirifos y cipermetrina.

   “Advertimos cambios bioquímicos en renacuajos expuestos a aguas de diferentes arroyos por 96 horas seguidas, una especie que funciona como buenos modelos. Concluimos que el agua no es apta para la especie, ya que contiene la sustancia que queda impregnada en sus propios tejidos”, advirtió.

   En ese sentido, reconoció que si bien se recomiendan 0,006 microgramos por litro de esta sustancia para la protección de la biota acuática, estos niveles deberían ser diez veces menor a ese valor para proteger al 95 % de las especies.

   “Se deberían corregir estos valores de referencia porque quedaron viejos, desactualizados”, sostuvo.