Bahía Blanca | Jueves, 18 de abril

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Entre “lo ideal y lo posible”, todavía falta la pauta

En su bautismo de fuego en las arenas legislativas bonaerenses, el gobernador obtuvo su ley Fiscal. 

        A un mes de su asunción como gobernador, Axel Kicillof, ya hizo un curso acelerado sobre lo que es atravesar fuertes turbulencias en aguas legislativas.

      Es que más allá de la apretada aprobación legislativa, el oficialismo gobernante debió hacer concesiones políticas contrarias a sus deseos con la ley Fiscal Impositiva 2020, de inmediata aplicación para la provincia de Buenos Aires.

     Con la ley aprobada, la Gobernación de calle 6 tiene el sustento necesario para poner en marcha el conjunto de emergencias (social, productiva, económica y energética) que votó la Legislatura también días atrás.

     Todo sobre una coyuntura ciertamente incierta, en el cual las buenas noticias” no abundan en las diagonales platenses.

      Con los retoques que metió la oposición en el texto de la ley fiscal, la Provincia tendrá una merma en la recaudación 2020 de 10 mil millones de pesos con respecto a lo que se proyectaba con la redacción original. En el oficialismo peronista del Frente de Todos se quejan de haber “perdido” esa suma en concepto de “recaudaciones” y los opositores de Juntos por el Cambio celebran lo mismo.

     La realidad indica que la “discusión política” giró en torno de los millones de pesos que el Estado recauda y que salen de los bolsillos de los contribuyentes bonaerenses.

      La discusión anual sobre la ley impositiva nunca es simpática. Especialmente, ante este contexto económico y social. Una mayor presión fiscal e impositiva no ayudan.

     La vicegobernadora Verónica Magario proporcionó una demoledora descripción del estado en que encontraron la administración bonaerense: “No se paga a los proveedores hace más de 6 meses y en los hospitales faltan insumos”, señaló no sin antes indicar que durante la saliente gestión de Vidal disminuyó en un 30% la inversión en el área de Educación.

      Sobre ese análisis subrayó que Kicillof pedía un “acompañamiento solidario” a quienes más recursos patrimoniales tienen y que por los cambios introducidos a la ley fiscal por la oposición la Provincia perderá de recaudar 10 mil millones de pesos, que según explicó la Vice matancera, “repercutirán en menos escuelas y hospitales arreglados y en la ayuda social”.
No es un dato político menor para una Provincia que, según la visión de Kicillof, es “tierra arrasada”.

      La oposición radical macrista procuró “sostener privilegios”, de los “grandes contribuyentes” de clase media, del sector rural y metió “tijeras” para bajarle el impuesto de Ingresos Brutos a los operadores de TV por cable. También presionaron fuerte las grandes cerealeras, habitualmente a bordo del “tractor amarillo” de Macri y Vidal.

       Además y con el peso de sus votos en el recinto, Juntos por el Cambio impuso condiciones sobre el conflictivo “artículo 100” de la ley impositiva para encarecer la tasa portuaria, afectando las actividades de grupos agropecuarios exportadores.

     También algunos legisladores opositores blanquearon algunas contradicciones internas. “Pasamos de votar una política de reducción impuestos con Vidal a tener que aprobarle a Kicillof la suba de alícuotas para “beneficiar a los pobres del Conurbano”, murmuraba un ofuscado parlamentario “amarillo”. La postura es entendible, Juntos por el Cambio dicen, representa a un sector electoral que se benefició con el gobierno de Macri.

      “Ahora critican lo que denominan “el impuestazo de Axel” pero hasta hace poco avalaban con un silencio cómplice los “tarifazos” de agua, gas y electricidad en medio del proceso inflacionario de la era Macri”, imputaban desde la trinchera kirchnerista.

       Es que incluso, aunque vayan cambiando los nombres de los gobernadores, la Provincia tiene problemas estructurales.

       “La PBA no puede continuar siendo un apéndice del Gobierno nacional. De lo contrario, el debate impositivo anual termina siendo un parche más", repiten desde los pasillos parlamentarios.