Bahía Blanca | Viernes, 29 de marzo

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Anoche, dramática reunión en Olivos

La columna semanal de Eugenio Paillet, corresponsal de La Nueva. en Casa Rosada.

Fotos NA y Reuters

   Se dijeron de todo. Hubo pase de facturas. Otra vez el revoleo de renuncias sobre la mesa. Y el planteo, que más que un planteo en algunos casos fue reclamo, sobre si hay que abocarse de a poco a generar una transición ordenada del poder, dando por sentado que el resultado de las PASO del domingo es irreversible. O si por el contrario hay que considerar nomás "un amistoso" lo que sucedió ese día y que el partido oficial recién se jugará dentro de poco más de setenta días.

   Todo eso y bastante más pasó anoche en la residencia presidencial de Olivos en una reunión dramática destinada a repasar lo ocurrido el domingo, las causas, la explosión negativa de los mercados aquí y en el mundo donde cotizan las empresas argentinas, y cómo sigue la historia para el gobierno.

   No hubo información oficial, y por el contrario hubo datos cruzados sobre la reunión y sus alcances. Funcionarios de la segunda línea que necesariamente participan en los alrededores de la mesa por simples razones de logística, desde acercar datos de sus carpetas hasta alguna llamada vía celular por algún pedido de los allí reunidos, confirmaron el encuentro y la extrema dureza que alcanzó por momentos.

   Voceros más habituales del macrismo relativizaron esos dichos y si bien reconocieron que hubo reunión y que se hizo "mucha catarsis", le desagregaron el tono dramático que le otorgaban aquellos confidentes. Hasta hubo un extremo en esos meneos informativos: alguien aseguró que el presidente Mauricio Macri habló brevemente con algunos de sus principales colaboradores, que después cenó con su familia y que luego se fue a dormir.

   Según los confidentes, de la reunión participaron Macri, el Jefe de Gabinete Marcos Peña, Miguel Pichetto, el ministro del Interior, Rogelio Frigerio, el secretario General de la presidencia, Fernando de Andreis, el asesor y "Newman boy" José Torello, el asesor presidencial "Pancho" Cabrera y el secretario de Energía, Gustavo Lopetegui, entre otros. Algunos dijeron ver también al secretario de Asuntos Políticos del ministerio del Interior, el ex lilito Adrián Pérez. Todos los consultados por igual negaron la presencia de Elisa Carrió. Aunque Macri le agendó una reunión a solas para hoy por la mañana.

   Un párrafo aparte para Lilita que también fue mencionada en las conversaciones de anoche. Hubo enojo por su actitud del domingo a la noche de salir a criticar "a los que votan corruptos" y pronosticar que el gobierno ganará en octubre por más del 50 por ciento de los votos. "Fue otro de sus clásicos exabruptos, no estaba previsto que hablara, pero se nos escapó cuando nos retirábamos", dijo un funcionario que estuvo la noche de tsunami en Costa Salguero.

   Según las fuentes, para sorpresa del propio Macri, uno de los que anoche planteo "pasar a modo transicional" después de lo ocurrido el domingo fue Cabrera, que creería que lo mejor que puede hacer el presidente a estas alturas es llegar en tiempo y forma a entregar el poder el 10 de diciembre.

   Frigerio, aunque se le habrían sumado algunos otros ministros, habría insistido con su renuncia, que ya había presentado el domingo a la noche y que fue rechazada casi con molestia por Macri: "eso no sirve para nada", lo destrató aquella noche negra.

   Al parecer tras la reunión privó el consenso de finalmente encolumnarse todos detrás de la estrategia del presidente, expresada en su conferencia de prensa de ayer por la tarde en la Casa Rosada, de ignorar las PASO del domingo ("esa elección no sucedió", dijo) y de avanzar con algunas medidas económicas para dar pelea en octubre.

   La advertencia de otro de los asistentes a la reunión acerca de la "falta de lectura" del gobierno respecto de que el domingo lo que ocurrió no fue un "voto miedo" al kirchnerismo sino un "voto bronca" contra el presidente, cayó rendida ante la evidencia.

   Sobrevolaron el nocturno encuentro las versiones que inundaron la escena durante el día como un adelantamiento de las elecciones de octubre para evitar una crisis monumental en el largo camino hacia ese domingo, los reclamos internos para que Marcos Peña de un paso al costado, un explosivo control de cambios para evitar una nueva corrida, o un presunto llamado que debería ocurrir en próximos días de Macri a Alberto Fernández para iniciar la transición. Nada de lo cual, desde la óptica de la mesa chica, va a suceder.

   "Ya escucharon a Mauricio en la conferencia de prensa de esta tarde, y eso es lo que vamos a hacer para dar vuelta el resultado en octubre", dicen que despidió a todos una altísima autoridad del gabinete .