Bahía Blanca | Miércoles, 24 de abril

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Cómo fue el fraude hereditario por el que acusan a la exfiscal Corrado

Casación rechazó el último recurso de familiares del contador bahiense asesinado en Cariló. La actual precandidata a senadora -exmujer de uno de los hermanos imputados del profesional- será indagada en agosto.

El chalet de Cariló, donde se produjo el crimen, es una de las propiedades bajo la lupa.

   El fiscal de Tres Arroyos Gabriel Lopazzo indagará luego de la feria judicial a María Marta Corrado, la actual precandidata a senadora provincial por el sector que encabeza Roberto Lavagna, acusada de participar en un complot para licuar la herencia de un excuñado suyo.

   Corrado, exfiscal en el ámbito penal y exdiputada provincial, tendrá que responder el miércoles 7 de agosto por el delito que se habría originado luego del homicidio del acaudalado contador bahiense Adolfo Herro, registrado hace 14 años en Cariló, hermano de Eugenio Valentín, su exmarido.  

La exfiscal y una particular imagen para promocionar su precandidatura.

 El supuesto ardid familiar habría consistido en evitar que Maximiliano Rodríguez Labastía, hijo natural del contador y único heredero, se quedara con los bienes de su padre.

   Además de Eugenio Herro, están acusados su hermano Gustavo y Hugo Osvaldo Adobatti, Juan Alberto Marini, Enrique Mario Pérez Ronda y María Josefa Rodríguez, todos allegados al influyente profesional asesinado el 24 de julio de 2005.

Formaron “eslabones”

   El 4 de julio pasado, la Sala III del Tribunal de Casación bonaerense -votos de los doctores Ricardo Borinsky y Daniel Carral-, rechazó la prescripción de la acción penal, con lo cual mandó a juicio a todos los imputados, a excepción de Corrado, cuyo trámite procesal está demorado porque hasta fines de 2017 mantenía fueros como legisladora.

   “Cada uno de los imputados hizo su aporte al hecho único formando eslabones de la cadena imputada, lo que resulta derivación razonada del derecho vigente en función de las circunstancias de la causa y conduce al rechazo de la impugnación”, sostuvo Casación, al declarar  “ineficaz” el último recurso de la defensa.

Propiedades y armas

¿Cómo fue el fraude según la acusación? Meses después del fallecimiento de Herro, los acusados habrían vendido dos propiedades suyas (las operaciones se hicieron el mismo día -2 de diciembre de 2005-, en la misma escribanía, con precios irrisorios y a personas insolventes). 

   Se trata de un piso en el centro de La Plata y de un chalet ubicado en el Golf Club de Cariló.

   María de Lourdes Giménez, pareja del contador al momento del crimen, declaró que el piso tendría un costo de 280 mil dólares y se vendió a 62 mil. 

   La casa de Cariló, ubicada en un lugar de privilegio, costaba unos 300 mil dólares y se vendió a 85 mil.

   También les imputan haberse quedado con la costosa colección de armas del contador, que pasó a nombre de sus hermanos.

   Esta situación se acreditó con los allanamientos en los domicilios de Dorrego 37 (Gustavo Herro), Alvarado 385 (Juan Alberto Marini) y en el barrio Bosque Alto (Eugenio Herro), donde se secuestró gran cantidad de armas de fuego, cuchillos y documentación perteneciente a Adolfo Herro. 

   El caso tomó mayor notoriedad pública en 2014, cuando la justicia allanó la casa de Corrado.

Se cumplen 14 años del homicidio de Adolfo Herro.

  Luego del crimen del contador -que tenía contactos con el poder político-, su madre, Beatriz Pennacchiotti, y sus hermanos, Eugenio y Gustavo, así como otros allegados a la familia (Marini, Pérez Ronda, Adobbati y Rodríguez) habrían realizado este conjunto de maniobras tendientes a licuar la herencia que le correspondía a Rodríguez Labastía, en medio del proceso filiatorio.

Una sentencia confirmó que era su hijo

Filiación. Maximiliano Rodríguez Labastía fue identificado como hijo natural del contador Adolfo Herro, por sentencia judicial del 2 de septiembre de 2008. 

Trato. Maximiliano nació fruto de la relación de su padre y Silvia Rodríguez, circunstancia que era conocida por la familia de origen, ya que asistió a reuniones familiares y sociales y hasta concurrió a su velatorio y sepelio. 

Separación. A poco de quedar embarazada, Rodríguez se separó del contador Herro y su hijo fue anotado con el apellido de la madre, aunque al crecer comenzó a tener trato fluido con su padre, especialmente a partir de 2005, es decir meses antes del homicidio. 

Viajes. En la causa se pudo acreditar que el joven viajó a La Plata, donde vivía el contador (alojándose 3 días en su departamento) y que en todo ese tiempo recibía el trato de hijo.

Homicidio. El contador apareció muerto, con disparo en la sien, el 24 de julio de 2005 en su lujoso chalet de Cariló. Para entonces era asesor del Ministerio de Seguridad. Se pensó en un sicario pero luego se descartó y dos personas fueron condendas por homicidio en ocasión de robo.

Sentencia. La justicia de Dolores condenó a Bruno Báez y Milcíades Duarte Fernández a 10 años de prisión. El fallo se comunicó en 2018, luego de que Casación anulara el primer juicio oral.