Bahía Blanca | Viernes, 29 de marzo

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"Colimba" voluntaria, todo sirve en la campaña...

La columna semanal de Eugenio Paillet, corresponsal de La Nueva. en Casa Rosada.

Archivo La Nueva.

   Lo primero que salta a la vista, y que reconocen los propios funcionarios del marismo que estuvieron cerca de la iniciativa, es que el lanzamiento de una "colimba" voluntaria cuyo gerenciamiento estará a cargo de Gendarmería Nacional viene bien como herramienta de campaña, en plena recta final hacia las reñidísimas PASO. En especial, sostienen los confidentes, porque por esa vía Juntos por el Cambio podría captar algunos puntos porcentuales del llamado "voto de la derecha", donde abreva buena parte de la "familia militar". Que para preocupación de los estrategas del macrismo corrían peligro, o todavía lo hacen, eso se sabrá el 11 de agosto, de irse hacia la fórmula que encabeza el economista ultra liberal José Luis Espert.

   A fin de cuentas, reconocen en la Casa Rosada, a la fórmula Macri-Pichetto no le sobra absolutamente nada en términos de votos y de allí que cualquier iniciativa, como la que se publicó hoy en el Boletín Oficial que consagra la llegada del "Servicio Cívico Voluntario en Valores", puede aportar algo de agua para el escuálido molino del oficialismo.

   "Si lo quiere ver como una decisión vinculada a la campaña, véalo", dicen sin sonrojarse cerca de la ministra Patricia Bullrich, de quien depende la Gendarmería Nacional que tendrá a su cargo la puesta en marcha del nuevo servicio para jóvenes de entre 16 y 20 años. No es casual, más allá del sinceramiento oficial, que la iniciativa que viene siendo estudiada desde hace al menos un año, haya sido lanzada al ruedo a un mes de las PASO. Imposible para el gobierno evitar, de todos modos, que la lectura fuese otra.

   Bullrich en la intimidad de las reuniones de gabinete se adjudica la autoría de esta "colimba" voluntaria, aunque en el gobierno reconocen que la iniciativa no les pertenece y que se parece bastante a la que en su momento impulsó el radical mendocino Julio Cobos, que en su juventud fue cadete del Liceo General San Martín de Mendoza, cuando era vicepresidente de Cristina Fernández. El proyecto pasó con pocas chances la media sanción del Senado pero terminó cajoneado en Diputados.

   Más allá de la oportunidad, el gobierno decidió avanzar con el plan del servicio militar voluntario apoyado en algunas encuestas que encomendaron desde el ministerio de Seguridad. La llegada de esos trabajos al escritorio de Bullrich y su posterior análisis en el seno del gabinete, entusiasmaron a todos y de allí que se decidió avanzar con la implementación y la publicación en el Boletín Oficial.

   En promedio, esos muestreos arrojaron que el 67 por ciento de las personas consultadas dijeron que estaban "muy de acuerdo" o "de acuerdo" con la puesta en marcha de ese servicio destinado a los jóvenes. El resto se dividió entre quienes sólo veían en el proyecto una jugada electoralista de Macri para conseguir el voto de la derecha, o aquellos que creen que está dirigido a "adoctrinar chicos pobres", como ya disparó en un tuit la titular de la Coordinadora contra la Represión Policial e Institucional (Correpi), María del Carmen Verdú.

   En su defensa, entre otros argumentos mientras la iniciativa se metía de a poco hoy en el debate de campaña entre oficialismo y oposición, en el ministerio de Seguridad dicen que este voluntariado militar para jóvenes existe en otros países del mundo, y que por caso en Francia hay uno muy parecido en término de la "enseñanza de valores" al que se pondrá en marcha aquí.

   Para los defensores menos politizados del gobierno de la decisión de presentar el tema justo en medio de la campaña no debería verse apenas como una maniobra electoralista, y refrescan: el servicio militar voluntario en las Fuerzas Armadas de hecho ya existe desde que se eliminó la "colimba" obligatoria en 1994 durante la gestión de Carlos Menem tras el sonado "caso Carrasco". Sostienen además que pese a su oficialización, por ahora solo habrá pruebas pilotos para comprobar la factibilidad del servicio en algunas unidades militares bonaerenses y del interior y que en la práctica el voluntariado no funcionaría, si finalmente avanza, al menos hasta bien entrado el año que viene.