Bahía Blanca | Viernes, 29 de marzo

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“Soy Sonia”, una obra teatral que intentará mantener la vitalidad

Protagonizada por Vicky Pezzutti, es en formato unipersonal. Habrá doble función: sábado 22 y domingo 23.

Vicky Pezzutti es la protagonista del unipersonal "Soy Sonia".

   La actriz es Vicky Pezzutti de Bahía Blanca y el director y autor es Gastón Díaz de Gualeguay. Ambos se conocieron en la Fiesta Nacional del Teatro y decidieron viajar periódicamente a Buenos Aires para concretar “Soy Sonia”.

 

   Se trata de un unipersonal que será estrenado en nuestra ciudad el próximo sábado 22 y domigo 23 en el Centro Cultural La Panadería (Lamadrid 544).

 

   Las reservas se pueden hacer al 154324453. 

 

   Entradas anticipadas a 200 pesos. En puerta 300. Estudiantes y jubilados: 2 x 300.

   “Nos conocimos con Gastón en la Fiesta Nacional del Teatro. Cada uno iba a representar a sus provincias. Me gusto mucho su obra y con el tuvimos muy buena química desde el principio y le propuse que trabajaramos juntos en  un unipersonal. Parecia una empresa medio imposible porque yo vivo en Bahia Blanca y el en Gualeguay pero lo logramos, empezamos a viajar todas las semanas hacia Capital para ensayar”, contó Pezzutti.

 

   —¿Dónde más la van a presentar?

 

   —Por ahora, quizas por este año hagamos solo estas dos funciones. Estrenamos con doble funcion en Gualeguay, el 17 estaremos en Mar del Plata en el marco de las residencias teatrales que organizo con el Semillero Teatro, en agosto Capital Federal y en octubre estaremos en un festival en Chile.
Gastón Díaz es el autor de “Guía Semanal de Ideas”, que se presenta esta noche en Lamadrid 544, a las 20.

 

Así es ella

 

   “Soy Sonia” trata sobre una mujer joven que visita a un hombre que está en coma. Día a día le va haciendo un inventario de sus experiencias, como si ese relato cargara una vitalidad capaz de mantenerlo vivo, o incluso, de recuperarlo. Una extraña medicina que se va inoculando en cada encuentro y que va dibujando el mapa de una relación errática. 

   Como el movimiento violento que cambia una diapositiva por otra, cada visita es un golpe que intenta reanimar ese cuerpo inconsciente, inanimado como una fotografía.