Bahía Blanca | Viernes, 19 de abril

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No podrá salir a trabajar un hombre condenado a perpetua por matar a su madre

A fines de 2003, el expolicía Ramón Romero fue sentenciado por el crimen de Graciela González, registrado en Punta Alta. Revocaron una decisión del Juzgado de Ejecución Penal.

Foto: Archivo LN.

   Un expolicía que hace casi 17 años fue condenado a reclusión perpetua por matar a su madre tras golpearla brutalmente en una vivienda de Punta Alta, no podrá salir de la cárcel para trabajar.

   En los últimos días, la Cámara Penal revocó el beneficio que el Juzgado de Ejecución le había otorgado a Ramón Roberto Romero.

   Los magistrados de la Sala II hicieron lugar a la apelación presentada por el fiscal Diego Conti y determinaron que el detenido permanezca dentro de la unidad penal.

   Además de algunas consideraciones legales para fundamentar el rechazo, los jueces Guillermo Petersen y Guillermo Emir Rodríguez tomaron en cuenta las conclusiones del informe psicológico de Romero.

   Señalaron que el exsargento de la Policía Bonaerense admite el delito, aunque presenta “pobre autocrítica y reflexión que solo se plantea en el marco manifiesto, con imposibilidad de realizar una introspección profunda e implicarse subjetivamente en lo acontecido”.

   El 30 de enero de 2002, en una casa de Roca al 600 de la vecina ciudad, el acusado agredió a Graciela González (64)

   La mujer falleció en el Hospital Naval como consecuencia de traumatismos y hematomas que tenía en distintas partes del cuerpo.

   Entre las pruebas tomadas en cuenta por el Tribunal en lo Criminal Nº 3 para sentenciarlo, se encontraban los rastros de sangre del mismo factor que el de la víctima hallados en las ropas del individuo, a quien también se le hallaron cabellos de su madre en el cinturón.

   Un testimonio de fundamental importancia fue el de su cuñado, quien al llegar a la casa de su suegra observó varias manchas de sangre y se encontró con Romero, quien le dijo que no había pasado nada y que “tuve que callarla”.

   El hombre afirmó que quiso llevar a la mujer hasta el hospital de Punta Alta, pero el acusado le decía que no hacía falta, ya que la misma se encontraba ebria.

 

Pedido de auxilio

   También se destacaron los testimonios de vecinos que escucharon a la mujer pedir auxilio y al hombre insultarla.

   Por otro lado, no se demostró que Romero estuviera borracho, tal como argumentó.

   En este sentido, los psicólogos sostuvieron que “sus interrogantes a partir del hecho se asocian a su adicción al alcohol, no desplegándose en su relato indicios en relación a la pérdida de su madre”.

   Del mismo modo, indicaron que esta dependencia “promovió la irrupción de nociones hostiles e impulsivas de carácter heteroagresivo frente a la ineficacia del aparato defensivo, y que se ha expresado en la conducta homicida”.

   Los profesionales también advirtieron en Romero “serias dificultades en las relaciones interpersonales”.

   Si bien el Departamento Técnico Criminológico del Servicio Penitenciario Bonaerense emitió un pronóstico favorable respecto del otorgamiento de salidas laborales, los jueces destacaron que también hablaron en su informe sobre la escasa capacidad de autocrítica y reflexión respecto del ilícito por el que fue condenado.

   Por todo ello, los camaristas hicieron lugar a la apelación del representante del Ministerio Público y revocaron el beneficio otorgado al detenido.