Bahía Blanca | Viernes, 19 de abril

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Rubén Jacob: “Quisiera andar bien y hacer un papel decoroso”

A pesar de estar alejado de las pistas por más de 14 años, el Ruso es uno de los tantos agradables personajes del Midget.

Fotos: Emmanuel Briane y Archivo- La Nueva.

Por Tomás Arribas / tarribas@lanueva.com
(Nota publicada en la edición impresa de hoy)

   Hay rostros que en determinada jerga resultan inconfundibles. Hablamos de esos típicos personajes que, por una o diversas razones, no pasan desapercibidos en el ambiente en cuestión.

   Con seguridad, un claro ejemplo de ello lo representa Rubén Jacob (63), personalidad bien conocida en el circo midgístico.

   Patrocinador (a través de su empresa de baterías), dirigente, allegado y piloto, el Ruso ha pasado por todas las funciones posibles en la tradicional y popular categoría regional, a la cual regresó al volante, tras 14 años, para el presente Invernal 2019.

   Se trata de la cuarta saga de Jacob como protagonista del derrape en un óvalo de tierra, donde ostenta un palmarés sin demasiados galardones ni logros deportivos; algo que, desde su visión, no es lo primordial en la aventura.

   “No soy tan fanático y eufórico como la mayoría de los pilotos. Me gusta mucho, pero soy más frío para hacer las cosas, no tan entusiasta. Si mañana tengo que bajarme y dejarlo, lo hago y punto. Algunos dicen que esto es un vicio, que no lo pueden dejar. Yo, en ese sentido, ningún problema. No me quita el sueño pelear adelante, pero sí quisiera andar bien y hacer un papel decoroso. Tampoco me gustaría que se diga que soy un desastre. Quiero divertirme y hacer un papel digno”,  contó Rubén, quien debutó en el Invernal 98.

   Su actual mujer, Silvina Renero, hermana del ex piloto devenido en dirigente, y naturalmente todo lo que el vínculo familiar conlleva, mucho tuvo que ver en su primera y no muy prolongada primera incursión.

   “En el '98 conocí a Silvina (Renero, su actual mujer, madre de uno de sus hijos), obviamente que me acerqué a Walter (Renero), que en esos años empezaba a andar adelante, y él me ofreció su segundo auto. Me acuerdo que probé y al instante me sumé, porque en esa época no había muchos autos. Después le compré un auto a Omar Villar y corrí dos años seguidos (NdR: comenzó con el 67 y pasó al 29). La idea era divertirse y pasarla bien. Lamentablemente no tenía mucha experiencia y por ahí el auto no andaba como yo quería”, agregó, refiriéndose a su primera etapa como piloto.

   —¿Te quedó algo pendiente? ¿Por qué la vuelta?

   —Por ahí andar un poco más rápido y sin tantas complicaciones. Pasó que comentando las carreras en la tribuna, siempre alguno te dice: "Che, ¿cuándo volvés?" Entre eso, mi esposa Silvina que me empujó diciéndome que me dé el gusto y el pedido de mi hijo Kevin (13), se dio que me decidí.

   "Pensé: 'Voy y me hago los estudios médicos, total no vienen mal tenerlos'. Por suerte salió todo bárbaro. Al día siguiente fui a inscribirme, pero sin auto. Yo temprano había hablado con Alexis Meler (NdR: allegado de la familia Benedetti), quien me había dicho que Gustavo (Benedetti) tenía dos autos para vender. Al otro día voy al taller, sin pensar mucho, y fuimos para adelante. Me convenció que este auto (NdR: lo condujo Luciano Benedetti en el Estival 2017/18) estaba completo, en competencia y listo para largar", agregó.

   —Aunque digamos que tu vínculo con el Midget nunca se cortó...

   —En la época del Vasco (Alberto) Sabaño de presidente (NdR: principios de los '90), iban promotoras de mi empresa invitadas, para darle un poco de color a la categoría. Al tiempo, después de mi primera etapa de piloto, fui tesorero en la primera gestión de Norberto García. Cuando terminé mi labor, volví a correr en la temporada siguiente (NdR: Estival 2002/03); dejé y retomé en las últimas fechas del Estival 2004/05. De ahí, nunca más volví a subirme.

   "De todas formas, nunca se cortó el vínculo. Estuve mucho tiempo con Walter (Renero), a través de la publicidad y del vínculo familiar, y con otros muchos pilotos de ayer y hoy. Digamos que llevo muchos años involucrado en esto", remarcó.

   —¿Tu mejor momento en pista?

   —En mi última etapa, en el 2005, con la atención en los motores de Luis Rodríguez. Pude andar mejor, girar mucho y sin tantos problemas como antes. Estuve en un par de prefinales y hacer un poco más de ruido.

“No quedé del todo conforme con la primera fecha”

   Complicaciones lógicas, dado los 14 largos años de inactividad, privaron a Rubén Jacob de cumplir con el papel esperado en la apertura del Invernal 2019.

   “No quedé del todo conforme con la primera fecha. Si bien hacía 14 años que no me subía, cuando fui al salitral el día anterior, salió todo bárbaro. Después, por supuesto, cuando fui a la pista, me encontré con algo totalmente distinto. Pasó la serie y en el repechaje, me acomodé segundo. En la semi, tras un choque, se me torció la dirección, y en el relanzamiento, cuando me largué a pasar porque sentí que tenía el auto, agarré piso, se calzó y se fue todo a la m... (risas)”, detalló.

   “Me llamó la atención lo ágil y rápido que reacciona la dirección del auto. Por eso no lo volqué, porque pude volantear y acomodarlo. La potencia también me sorprendió. Han avanzado mucho en todo. Antes se trabajaba en amortiguadores pero no tanto; hoy hay que estar en cada detalle”, cerró.

“El vuelco no me hizo nada”

   La anécdota. “Me acuerdo de un vuelco en la temporada 2002-03. El tanque de nafta de mi auto estaba atrás de la butaca, y yo, para protegerlo, lo había cubierto con un tejido de alambre. En el golpe, se corrió la batería, hizo chispa con el tejido y, cuando chorreó la nafta, se prendió todo fuego”, rememoró.

   ¿Sin consecuencias?. “Me bajé sin problemas, hasta que, ingresando a la ambulancia, alguien me empujó y me partí la cabeza con el borde de la puerta. El vuelco no me hizo nada, pero eso fue terrible”, bromeó.

   Dirigente. “A principios de los '90, Hugo Moreno me ofreció ser tesorero de Automoto, y al tiempo, cuando fuimos a Dublin (NdR: 94/95), me ofrecieron la presidencia. No estuve mucho, porque no quería problemas”, contó.

Marche la segunda

   Desde las 12, las gradas del Héctor Evaristo Plano de Aldea Romana volverán a vibrar con el rugir de motores, cuando se ponga en marcha la segunda fecha del Campeonato Invernal de Midget 2019.

   A diferencia de la jornada inaugural, esta vez el fuego lo abrirán los muchachos del Grupo A, con la disputa de las series clasificatorias, quedando para segundo turno las competencias del Grupo B.

   Previamente, desde las 11, los pilotos que no sortearon con éxito la prueba de suficiencia el pasado domingo 5 de mayo, tendrán revancha para sumarse al nutrido parque de máquinas.

   La apertura del estadio para la afición, se producirá a las 10. Las entradas, tendrán un costo de 200 $ (generales), 150 $ (socios y jubilados) y 60 $ (menores).

   Vale recordar que, en la competencia apertura, los triunfos quedaron en poder de Leonel Ramos y Cristian Nápoli. Lucas De Acharán y Esteban Mancini acompañaron a Piraña en el podio del Grupo A, en tanto que Federico Brezina y Ramiro Alza flaquearon al Negro en el paseo triunfal del Grupo B.

   Campeonatos:

   **Grupo A: 1) Leonel Ramos, 24.75; 2) Juan Lucas De Acharán, 18.75; 3) Esteban Mancini, 15.25; 4) Gabriel Schiebelbein, 13.75; 5) Nahuel Schmit, 12.75; 6) Leandro Campos, 12.50; 7) Sebastián Burgos, 12.25; 8) Luciano Vallejos, 11; 9) Roy Altamirano, 10.75 y 10) Jonathan Resola, 10.50.

   **Grupo B: 1) Cristian Nápoli, 26.50; 2) Federico Brezina, 20.25; 3) Juan Manuel Gómez, 18.75; 4) Ramiro Alza, 16-75; 5) Maximiliano Moreno, 16; 6) Tobías Marcos, 14.25; 7) Silvio Manzotti, 12.50; 8) Ariel Lestrada, 12; 9) Gastón Petracci, 11 y 10) Guido Botelli, 10.75.