Bahía Blanca | Viernes, 19 de abril

Bahía Blanca | Viernes, 19 de abril

Bahía Blanca | Viernes, 19 de abril

Obras sin permiso, una costumbre que debe corregirse

La municipalidad puso en marcha, en agosto de 2018, un programa de regularización de obras de construcción realizadas sin el correspondiente permiso municipal y, para sorpresa de algunos, la gente respondió poniendo en blanco miles de metros cuadrados construidos al margen de la ley.
Las denominadas "obras sin permiso" son parte de una práctica habitual en la ciudad desde mediados del siglo XX, cuando ya se conocen los primeros planteos buscando revertir esta práctica y lograr que cada vecino cumpla con las normativas.
En los seis meses que lleva el programa de regularización -que ahora se extenderá hasta fin de año- se presentaron más de 240 mil metros cuadrados de construcciones ilegales, tanto ampliaciones y mejoras como obras nuevas.
Esto significó, por un lado, una importante recaudación en concepto de derechos de construcción, casi 46 millones de pesos, que serán asignados a pavimentación y bacheo.
La pregunta que se impone es cómo en una ciudad de escala media como es Bahía Blanca se haya podido construir semejante cantidad de superficie cubierta sin que la Municipalidad estuviera al tanto.
La realidad indica que la Municipalidad ha tenido históricamente severas limitaciones a la hora de controlar la construcción. Carencia de personal que recorra la ciudad, de vehículos y medios. Porque a las obras ilegales hay que encontrarlas, detectarlas, advertirlas. Y esto exige personal en la calle.
En una época se pretendió firmar un acuerdo con los colegios profesionales en una suerte de tercerización de esa función de policía, idea muy potable que no logró concretarse en los hechos.
Hoy mismo la Municipalidad carece de la cantidad necesaria de personal técnico asignado a esta tarea de control, al punto que muchas obras que se realizan en el microcentro, a la vista de todos, carecen de identificaciones elementales como los carteles de obra y en muchos casos no han hecho presentación alguna en las áreas correspondientes.
Terminado el programa de regularización, debiera instrumentarse un esquema que permita un control adecuado y evitar que esta práctica ilegal vuelva a instalarse a la par de quienes hacen todo como la ley exige.