Bahía Blanca | Sabado, 20 de abril

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Fernando Caputo: “Ayudó que me desenchufé un poco”

El flamante campeón del Estival de Midget 2018/19 habló con "La Nueva." tras su consagración, enumerando las claves y detallando los pormenores.

Fotos: Emmanuel Briane y Archivo- La Nueva.

Por Tomás Arribas / tarribas@lanueva.com
(Nota publicada en la edición impresa de hoy)

   El lenguaje corporal suele ser, en mayor o menor proporción, el reflejo emocional del ser humano; aún en personas que, por naturaleza o ADN, no habitúen a exteriorizar sensaciones.

   El hombre del momento, Fernando Caputo (41), el nuevo Rey del Midget, encaja a la perfección en esa última descripción.

   "Martín (Saldamando) me dice perro sin cola, porque nunca sabe cuándo estoy contento (risas)", sostuvo Feti, afirmando la teoría.

   Aún siendo el sujeto más reservado del universo, su semblante nos permite denotar sensaciones propias de alguien satisfecho y aliviado.

   —¿Cómo estás, Feti?

   —Muy feliz. Obviamente, a medida que van pasando los días uno comienza a caer de todo lo que logró. A su vez, que se hayan acercado tantas personas a saludarme y a reconocer lo que hice, ayudó más aún para tomar noción de lo logrado, porque en ese momento es casi imposible caer.

   "Por mi trabajo (NdR: atiende un negocio de repuestos) pasó muchísima gente que ni conozco a felicitarme, o aunque sea a pararse en la puerta y decirme que lo merecía por tantos años peleándola. Eso fue muy reconfortante", añadió.

   —¿En qué momento te dabas cuenta que se podía lograr?

   —A partir de la tercera fecha que gané, empecé a ver que estaban las cosas dadas para pelearlo. El auto fue muy bueno desde las pruebas previas. Me acuerdo que la primera vez que giré, no me gustaron dos o tres cosas; se trabajó, y a la siguiente salida mejoró un montón. Ahí me di cuenta que ese era el camino. Dedicándole tiempo como se hizo, era sabido que estábamos bien perfilados.

   "Cuando Fernando Saldamando me atendía el auto, también estaba todo encaminado. De hecho tuve la chance de ganarlo y no se dio por circunstancias de Midget", agregó.

   —Entonces, ¿qué cambió para que se pueda dar?

   —No mucho. De hecho, este año hicimos exactamente lo mismo que se hace todas las temporadas. Por ahí ayudó que yo me desenchufé un poco y me dediqué más a mi trabajo. La forma de trabajar de todo el equipo me permitía pasar por el taller a tomar mates, ver qué estaban haciendo y nada más. Esa tranquilidad me la daba saber que estaba todo en condiciones.

   —¿Te sorprendió la repercusión en el público?

   —No tomé noción de eso. Lo que sí me di cuenta es que mucha gente reconoció el esfuerzo de tantos años. Los que aplaudían creo que pensaron en todas las cosas que nos fueron pasando, con las ocho clasificaciones al playoff y ningún título, los años que llevo corriendo y demás.

   "Me sorprendió mucho que, por lo que se dijo en los medios, mis contrincantes decían que si ellos no salían campeones les hubiese gustado que me toque a mí. Creo que tiene que ver con eso, con ser insistidor, trabajador y con nunca bajar los brazos", remarcó.

   —A propósito, ¿sacrificaste mucho por el Midget?

   —No. Lo único que por ahí sacrifiqué, y no este año que me lo tomé de otra manera apostando a Fernando (Rodríguez) y a los chicos que hacían la atención completa del auto, fue el tiempo para mi familia. Los nenes crecen y uno por ahí se pierde de eso y hasta de poder darles unas vacaciones. De hecho, hubo un verano que pude llevarlos a la playa un solo día. Eso sí se nota. Pero, por suerte, mi familia lo vive con mucha pasión y me acompaña en todo.

   —En su momento dijiste que seguías corriendo solo por el título. ¿Cómo sigue todo ahora?

   —Ahora quiero seguir y tratar de defender el "1". Me encantaría intentarlo otra vez y lograr otro campeonato. Creo que en mi caso, si no voy con ese objetivo no corro. A esta altura, si no tengo un buen auto, no me darían ganas de competir; preferiría quedarme en mi casa. Solo corro para ganar.

“Fernando me hizo tres autos sin cobrarme un solo peso”

   Sin desmerecer la confiable y noble potencia provista por Martín Saldamando, no cabe dudas que la columna vertebral en la obtención del título de Fernando Caputo fue Fernando Rodríguez, el autor intelectual y material de la unidad que hoy luce el "1".

   "Desde el primer momento que hablamos con Fer, la idea era ésta. Después, como todo, se puede dar o no. Pero todo lo que hicimos fue para para conseguir el título. Yo estaba seguro que íbamos a pelearla, porque conozco su capacidad y porque los autos suyos venían andando muy bien en los últimos meses. Además, lo conozco hace tiempo y sé lo constante y trabajador que es. No tenía dudas que íbamos a pelearlo", afirmó.

   "Tiene un sabor bastante especial lograrlo con él. Cuando yo empecé, Fernando me hizo tres autos sin cobrarme un peso. Gracias a él yo pude correr con un chasis nuevo y hacerme un nombre en la categoría. Estuve 10 años en su taller, y la verdad que siempre me ayudó con absolutamente todo. Poder hoy darle un campeonato, es espectacular", confesó.

   "Cuando en su momento decidí seguir otro camino, lo hablé y quedó todo más que bien. A pesar de eso, nunca cortamos el trato y el vínculo. La amistad es muy grande, vivimos demasiadas cosas juntos. Eso también es muy importante", cerró.

“Todo hacía pensar que no podría volver a correr”

   Fractura de vértebra. "Después de ese accidente (NdR: decimotercera fecha del Estival 2010/11), todo hacía pensar que no podría volver a correr. Pero me recuperé bien, y si bien era aconsejable que no corra, la pasión pudo más. Haber salido campeón después de eso, me permite disfrutarlo mucho más. Me acuerdo que estaba en el hospital y cuando el médico me dijo lo que tenía, le pregunté si podía correr el viernes. Estaba loco", contó.

   Inicios. "Le compramos un auto al 'Cholo' (Gabriel) Torres. En el momento que fui a arenarlo a lo de FR, encontramos que tenía soldaduras por todos lados. Fer (Rodríguez) me dijo que con eso me iba a matar. Así que no nos quedó otra que hacer un auto nuevo. Cuando debutamos (NdR: Estival 2000/01) no podíamos creer el solo hecho de correr. Después, a medida que van pasando los años, querés empezar a tener resultados", expresó.

“Me cuesta mucho manejarme en el ambiente”

   Con los suyos. "Me cuesta mucho manejarme en el ambiente. Disfruto solo con mi familia y con mi grupo de amigos. No quiero que suene mal, pero no me interesa nada más que eso. Lo único que quiero es ver feliz a mi familia y a mi equipo. Pero tampoco se puede ser tan egoísta y no ver que detrás hay mucha gente que te sigue y que quiere compartir la alegría con vos. También hay que ceder", reflexionó.