Desempleo en Bahía Blanca: el 30% lleva más de un año sin poder hallar un trabajo
Los datos surgen de la Base Usuaria de la EPH y corresponden al tercer trimestre de 2018. Otra muestra del deterioro del mercado laboral de la ciudad.
Francisco Rinaldi
frinaldi@lanueva.com
Síntoma de un mercado laboral muy debilitado, un tercio de los bahienses desempleados se mantenía en esa situación desde hacía más de un año, de acuerdo con datos desagregados de la Encuesta Permanente de Hogares (EPH) del tercer trimestre de 2018, los últimos publicados por el INDEC.
Así, sobre un total de 12.297 bahienses sin trabajo remunerado, alrededor de 3.728 -un 30,3 por ciento del total- estaba desde hacía más de doce meses sin poder dar con uno.
Un año antes, en el tercer trimestre de 2017, cuando la economía argentina atravesaba por un mejor momento, apenas un 21% del total de desocupados buscaba emplearse infructuosamente desde hacía más de un año. Obviamente, también era menor la cantidad de desocupados en ese lapso temporal (unos 11.000).
El 70 por ciento de los parados restantes se mantenía al lapso julio-septiembre de 2018 sin poder insertarse exitosamente en el mercado de trabajo por un período de entre 6 y 12 meses (10% del total de bahienses desempleados), entre tres y seis meses (13%), entre uno y tres meses (27%) y desde hace sólo un mes (19%).
Los datos surgen de la Base Usuaria de la EPH, que se publica en el sitio web del organismo estadístico semanas después de que se difunda el informe Mercado de Trabajo, principales indicadores del INDEC, donde se calculan las tasas generales de empleo y desempleo, que, al cuarto trimestre del año pasado, fueron de 42,2% y 9,4% respectivamente en nuestra ciudad (ver Radiografía...).
Por este motivo, los datos desagregados están retrasados un período con respecto a los actuales, difundidos esta semana, de forma que la duración en el desempleo de los trabajadores del aglomerado Bahía Blanca-General Cerri del cuarto trimestre se conocerá en los próximos días. Todo hace presagiar, a la luz de los indicadores generales, que la situación no se habría modificado sustancialmente.
Con todo, las cifras del mercado laboral local -demora en salir del desempleo y niveles- para los últimos dos trimestres del año pasado son corolario de la recesión que afectó a la economía nacional, producto de la corrida contra el peso iniciada sobre el final de la primera mitad de 2018, cuando el dólar perforó la barrera de los 28 pesos, finalizando el año a sólo dos pesos de los cuarenta.
El resultado fue una fuerte recaída del 2,5% de la producción agregada de la economía (el PBI), con un desplome del 6% hacia el lapso octubre-diciembre de 2018, lo que fue un lastre para el mercado de trabajo nacional y local.
Radiografía local
Yendo al informe del INDEC del cuarto trimestre, el dato saliente a nivel local es el incremento en el porcentaje de desocupados, que se incrementó desde el 7,1% del cuarto trimestre de 2017 al 9,4% actual. En el tercero, fue del 9%.
“El rasgo saliente del cuadro laboral del aglomerado urbano Bahía Blanca-Cerri es sin duda el fuerte incremento de la desocupación registrado en los últimos tres meses de 2018, tanto contra el trimestre anterior como respecto del mismo período del año anterior”, señaló el Boletín de Estadísticas Laborales que elaboran desde el Instituto de Investigaciones Económicas y Sociales del Sur (IIESS), dependiente de la UNS y el Conicet.
Al analizar la evolución interanual de los indicadores, sobresale que la cantidad de bahienses que tiene o busca empleo (la tasa de actividad, un indicativo de la oferta de trabajo), cedió en un año, haciendo lo propio la tasa de empleo.
En cifras, mientras la tasa de actividad local cayó desde el 47,8% al 45,8% entre los cuartos trimestres de 2017 y 2018 respectivamente, la tasa de empleo hizo lo propio, al pasar, en idéntico lapso, del 44.4% al 41,5%.
Si se toma en cuenta que la definición de desocupado que utiliza el INDEC es la de una persona que pese a no tener trabajo, lo buscaba activamente en la semana de referencia (la previa a ser abordada por el encuestador) surge que una menor tasa de actividad (menos gente busca), no se traduce en una mayor tasa de desempleo ya que quienes no buscan, pasan a la categoría de inactivos, pero no de desempleados.
Esta definición de desemplado se basa en convenciones internacionales para favorecer la comparabilidad entre países y se denomina desocupación abierta.
“El deterioro laboral resulta explicado por la contracción del empleo (tasa de empleo) y resultó amortiguado por la disminución de la oferta de trabajo (tasa de actividad), esto es, de la masa de personas sin empleo involucradas en una búsqueda activa de ocupación”, advierten desde el IIESS.
Dicho de un modo más directo; si la proporción de personas que carece de empleo pero que lo buscanactivamente no se hubiera contraído, la tasa de desocupación abierta habría resultado significativamente más elevada.
“Aunque la Encuesta Permanente de Hogares no proporciona información específica sobre la naturaleza de este fenómeno, es razonable suponer que es la percepción de un mercado laboral escaso en oportunidades de ocupación (disminución del empleo) lo que induce a muchos trabajadores sin empleo a interrumpir la búsqueda activa (disminución de la tasa de actividad).
En la medida en que este diagnóstico es correcto, resultaría apropiado afirmar que la escasez relativa de empleo en Bahía Blanca se manifiesta a la vez como desempleo abierto y como desempleo encubierto bajo la forma de“ inactividad laboral”, categoría formada por personas en condiciones y deseosas de trabajar pero que han abandonado la búsqueda ante lo que perciben como un mercado carente de oportunidades de empleo en condiciones aceptables.
Jefes en problemas
En tanto, es particularmente elevado el desempleo entre los jefes de hogar bahienses.
De acuerdo con el informe del Instituto dependiente de la UNS, el porcentaje de parados en este segmento de la población local pasó del 4 por ciento en el cuarto trimestre de 2017 a casi el 8 por ciento en 2018.
El nivel alcanzado por la tasa de desocupación de los jefes de hogar bahienses resulta particularmente elevado, incluso, en una apreciación de mediano plazo. Es, de hecho, el registro más alto desde mediados de 2011, de acuerdo con el IIESS.
Con respecto al género y a la edad, las mujeres bahienses menores de 29 años son, con una tasa de desempleo del 25%, casi tres veces el nivel general, las más afectadas por el flagelo.
En una apreciación de mediano plazo -señalan desde el IESS- hay dos segmentos del mercado de trabajo local particularmente críticos.
Uno es el ya aludido de las mujeres jóvenes, cuya tasa de desocupación superior a 25% resulta la más alta desde finales de 2014.
El otro es del de los varones entre 30 y 64 años, cuya tasa de desocupación es la más elevada de los últimos 7 años.
Un poco de historia
A pesar de la mala performance actual, el récord bahiense en materia de desempleo se logró allá por mayo del fatídico año 2002, cuando nada menos que el 22,3% de los activos carecía de una ocupación paga.
Vale aclarar que por aquel entonces, los relevamientos de la EPH en nuestra ciudad se hacían dos veces al año (una por semestre), a diferencia de los cuatro actuales (uno por trimestre).
Ya en los años del kirchnerismo, en el tercer trimestre de 2011 y con un 11,6%, la tasa de desempleo local fue la más alta de esa etapa histórica, aunque después bajó al 5,7% hacia el tercer trimestre de 2015.
Es necesario recordar, sin embargo, que la información del período 2007/15, aunque está incluida en la web del organismo estadístico, se encuentra en proceso de revisión por parte de las nuevas autoridades del INDEC, que aconsejan apreciarla con reservas.