Bahía Blanca | Martes, 16 de abril

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Toda la belleza del circuito de los valles calchaquíes

El tramo tucumano mezcla historia, naturaleza y arqueología

   El circuito de los Valles Calchaquíes tucumanos, un recorrido que combina historia, naturaleza, tradición, arqueología y mitos, se convirtió en uno de los atractivos turísticos más importantes en esta temporada de verano, informó el Ente Tucumán Turismo (ETT).

   El presidente del EET, Sebastián Giobellina, señaló que "recorrer este circuito demanda alrededor de dos días", aunque aclaró que si los turistas quieren realizar cabalgatas, trekking o mountain bike "la estadía se puede prolongar hasta cuatro días".

  El poblado de Talapazo, ubicado a 26 kilómetros de Amaicha del Valle y a seis de Colalao del Valle, es la primera parada de este recorrido y permite conocer las costumbres y formas ancestrales del cultivo de la papa, el zapallo, el algarrobo y varias hierbas curativas.

   Giobellina dijo que este poblado "está empezando a desarrollar con fuerza actividades ligadas al Turismo Rural Comunitario, en las cuales los turistas participan en las actividades de campo y en el proceso de elaboración de dulces y vinos, entre otros productos".

   El recorrido continúa en El Infiernillo, un paso montañoso a 3.042 metros de altura que es conocido por ser el de mayor altura de los Valles Calchaquíes.

   Este paraje está ubicado a 130 kilómetros de San Miguel de Tucumán, a 22 kilómetros al norte de Tafí del Valle y a 31 kilómetros al sur de Amaicha del Valle y se caracteriza por ser un pequeño caserío en donde pueden adquirirse artesanías y algunos productos de gastronomía típica.

   La localidad de Ampimpa es otro lugar de gran belleza natural durante el recorrido por los valles Calchaquíes.

   El presidente del ETT afirmó que "este pintoresco pueblo tucumano, también es conocido por sus privilegiados cielos despejados, ideales para la realización de observaciones astronómicas".

  El funcionario remarcó que luego de este poblado "se llega a la Ciudad Sagrada de los Quilmes, sin duda el sitio que más atrae a los turistas por su enorme valor cultural".

   "Los visitantes, en la falda del cerro, pueden apreciar las reconstrucciones de la zona residencial, rematada por una fortaleza situada en la cima y dos fortines a ambos costados, sobre la cornisa", agregó.

   El circuito se completa con las visitas a Amaicha del Valle, un paraje con un importante legado histórico y arqueológico, a Famaillá, donde sobresale su paisaje de tierras fértiles y antiguos ingenios azucareros, y a Tafí del Valle, donde los visitantes pueden apreciar una mezcla de verdes y marrones que cortan el azul del cielo.
Giobellina sostuvo que "la villa turística El Mollar, que se levanta en un lugar privilegiado cerca del cerro Ñuñorco y está rodeada de paisajes naturales con cerros y el dique La Angostura, es otro atractivo imperdible de este circuito".

   Quinientos veinte kilómetros tiene en total el circuito de los Valles Calchaquíes, esa belleza de sistema montañoso que de norte a sur se extiende por el noroeste argentino. 

  Y dentro de ese circuito el fragmento que discurre en Tucumán ofrece varios puntos imperdibles, como Tafí del Valle, las Ruinas de Quilmes, Amaicha del Valle y Abra del Infiernillo. San Miguel de Tucumán queda a 1200 kilómetros de la Ciudad de Buenos Aires, 300 de Salta, 600 de Córdoba y 1000 de Mendoza. La ciudad cuenta