Bahía Blanca | Jueves, 28 de marzo

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Investigan a un productor de la región por trata con fines laboral y sexual

El fiscal federal Antonio Castaño pidió el procesamiento de Alejandro Nadal, acusado de explotar a trabajadores en un tambo que administra en Guaminí.

Lugar en condiciones precarias donde duermen una mujer y su hijo menor de edad.

   La justicia federal de nuestra ciudad deberá resolver la situación procesal de un productor agropecuario de Guaminí acusado de trata laboral en perjuicio de más de 10 empleados a su cargo -entre ellos 5 menores- y explotación sexual contra una de las víctimas.
   El fiscal federal Nº 1, Antonio Castaño, acusó por ambos delitos a Alejandro Nadal, administrador del campo donde funciona un tambo y trabaja el grupo familiar presuntamente afectado. Luego de la indagatoria, solicitó su procesamiento.
   Las malas condiciones de trabajo de estas personas se conocieron luego de que María José Rodríguez (44), una de las damnificadas, difundiera una carta detallando la situación “inhumana” a la que eran sometidas y pidiendo ayuda.
   Poco después de salir a la luz el escrito, inspectores del Ministerio de Trabajo de la Nación se presentaron en el establecimiento rural “Don Raúl”, ubicado en el kilómetro 209 de la ruta 33, donde constataron irregularidades por parte del empleador y las denunciaron a la línea telefónica 145, para casos de trata y explotación.
   Efectivos de la Policía Federal de Bahía Blanca allanaron la propiedad en noviembre, por orden de la jueza federal Nº 2 de esta ciudad, María Gabriela Marrón, aunque no hubo secuestros.
   También actuó personal del Programa de Rescate y Acompañamiento a Víctimas de Trata, del Ministerio de Justicia de la Nación.
   Castaño imputó de trata laboral también a la mujer de Nadal, María Eugenia Vargas, una odontóloga de Salliqueló donde, en primera instancia, se detuvo al matrimonio.
   “Es una causa bastante complicada; hay una cuestión de trata laboral y también una denuncia por explotación sexual contra una mujer. El imputado, al parecer, llevaba clientes al establecimiento para que tuvieran sexo con ella”, informó el fiscal.
   “Eso es lo que declaró ella, pero es medio difícil probarlo. Veremos si de las pruebas que faltan surge algo en ese sentido”, agregó el acusador.
   Rodríguez y su hijo también prestaron declaración testimonial ante el titular de la Fiscalía Federal Nº 1.


   “La semana entrante (por esta) vamos a elevar otra vez la causa al juzgado de la doctora Marrón para que resuelva la situación procesal de Nadal y Vargas. Cuando ella declaró, su abogado pidió la excarcelación y no me opuse porque, evidentemente, todo el manejo era por parte de su marido. La mujer 'tocaba de oído'”, opinó Castaño.
   Nadal también está en libertad desde que el juez federal Nº 1, Walter López da Silva -quien en ese momento subrogaba a la doctora Marrón en el Juzgado Federal Nº 2- le otorgó la excarcelación a pesar de la oposición del fiscal.

“Pasamos cosas feas”

   En su nota, la mujer denuncia que junto con otras 12 personas trabajó 3 años de manera informal en el tambo regenteado por Nadal, donde no tienen energía eléctrica ni “agua para bañarse”.
   “Pasamos muchísimas cosas horribles. Trabajábamos de sol a sol mientras estas personas se llenaban los bolsillos con nosotros y solo nos daban 2 mil pesos por fin de semana a repartir entre 6, algo de mercadería y ropa usada”, señaló Rodríguez en su carta.
   “En 3 años nunca tuvimos un seguro, aportes jubilatorios, aguinaldo ni vacaciones. Somos 13 personas que vivimos en dos casas, por llamarlas de alguna manera, y hay 5 menores de entre un año y medio y 10 años. Nos estamos enfermando”.

   “Sufrimos daño físico, moral, psicológico y espiritual porque vivimos angustiados y discriminados a raíz de los dichos de este señor (por Nadal) y su abogado de Tres Lomas en redes sociales y radios”, manifiesta la denunciante.
   “Aún creo que la justicia existe, por eso golpearé las puertas necesarias para que este señor vaya preso y nos pague lo que nos adeuda por trabajar en estos últimos 3 años. Ese es el motivo por el cual todavía estamos en el campo”, afirmó la mujer en comunicación telefónica con un cronista de este diario.
   El acusado -consideró Rodríguez- se “enriqueció a costillas del cuerpo de mi hermana (de crianza)”, en referencia a la presunta explotación sexual contra otra víctima en el establecimiento rural.


   Durante la indagatoria, Nadal brindó una “serie de versiones negando” los cargos en su contra.
   “Nosotros tenemos el informe y la 'foto' originaria de cuando los inspectores del Ministerio de Trabajo ingresaron en el campo y verificaron la situación en la que se encontraban las víctimas”, remarcó el fiscal.
   “No tenían contrato de trabajo y por eso entendemos que hay una explotación laboral clara. Los imputados son reconocidos y tienen mucha incidencia en aquella zona”, agregó.

Siguen en el campo, pero con custodia

Fuerzas federales. Las víctimas, según el fiscal Castaño, todavía viven en el campo -es propiedad del tío de Nadal-, donde son custodiadas por agentes de fuerzas federales de seguridad.
Contacto. Mediante un mensaje privado a la página de Facebook de “La Nueva.”, Rodríguez se contactó con este diario para denunciar lo ocurrido en el campo explotado por Nadal.
Patrocinios. El defensor oficial Gabriel Jarque patrocina a Nadal y el doctor Gustavo Rodríguez -también de la Defensoría- asesora a la supuesta víctima de explotación de la prostitución ajena con fines económicos, así como a la señora Rodríguez.