Bahía Blanca | Jueves, 28 de marzo

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“Periodismo y periodistas en el cine”, brillante análisis e investigación de Agustín Neifert

Agustín tiene más de 5.000 artículos escritos en este medio. Acaba de editar un libro fascinante. Cultura mainstream, medios, cine y más. Una charla apasionante.

Agustín Neifert, periodista e investigador cinéfilo. Fotos: Rodrigo García-La Nueva.

Franco Pignol / fpignol@lanueva.com

   Brilla pero deja ver. Brillante pero no encandila. Brilla porque marca el camino. De atrás hacia adelante, como es la sabia costumbre de Agustín Neifert.

   “Periodismo y periodistas en el cine” acaba de ser editado por Editorial Biblos en Buenos Aires. Es un trabajo profundo en el que apoyado en 80 películas extranjeras el autor desgrana y vincula los términos del título. Además, contiene un prólogo sorprendente por su nivel de actualidad y certeza acerca de los movimientos de la cultura en general, de la cultua cinematográfica y del funcionamiento de los medios de comunicación y periodistas por supuesto.

   “La motivación que me impulsó a escribir este libro fue investigar las relaciones entre el cine y el periodismo. Otro impulso llegó a través de la lectura de un libro del periodista español Ignacio Ramonet, titulado La explosión del periodismo”, aclaró Neifert.

Hoy la cuestión de la cultura mainstream ha hecho crisis en el “nuevo cine de Hollywood”, donde la obsesión por imponer una cultura audiovisual mainstream está alcanzando ribetes de paranoia".

   Charlar con él es acercarse a un manantial de sabiduría cinematográfica. Lee su libro que es buenísimo.

Sin vueltas

   —Agustín, ¿puede explicar brevemente de qué se trata el libro?

   —“Periodismo y periodistas en el cine” no es un catálogo de películas y tampoco un manual sobre periodismo. Aborda, entre otros, los siguientes temas: libertad de prensa y de expresión; ética y responsabilidad de los periodistas; magnates periodísticos en el cine; el cine y el nuevo periodismo; corresponsales de guerra; periodismo fotográfico; cine, periodismo y campañas electorales; cine, periodismo e intolerancia política; censura y listas negras; periodismo cinematográfico; cine y periodismo en la era digital; periodismo en la televisión. Para desarrollar estos temas, apelo y analizo ochenta películas protagonizadas por periodistas. Pero debo aclarar que este primer volumen incluye sólo películas extranjeras.

   —Es muy interesante el análisis que usted hace con respecto a la cultura “mainstream”. ¿Podría desarrollar brevemente el concepto?

   —En el libro “Cultura mainstream. Cómo nacen los fenómenos de masas”, su autor Fréderic Martel afirma que “la palabra ‘mainstream’ significa literalmente ‘dominante’ o ‘gran público’, y se emplea generalmente para un medio, un programa de televisión o un producto cultural destinado a una gran audiencia. La expresión ‘cultura mainstream’ puede tener una connotación positiva, en el sentido de ‘cultura para todos’, o negativa, en el sentido de ‘cultura barata’, comercial, o cultura formateada y uniforme”. Considero que la definición de Martel es conceptualmente precisa y por eso la adopté en mi libro.

   —¿En qué aspectos cree que el “mainstream” perjudicó o favoreció al cine?

más que dinero, lo que persiguen los conglomerados mediáticos es “poder”, tanto económico como político, además del control y la manipulación de la información. En otros términos, el dinero para conquistar poder".

   —En el cine, la cultura mainstream existió siempre y convivió, medianamente en armonía, con el “cine de expresión” o “cine de arte y ensayo”. Pero hoy la cuestión ha hecho crisis en el “nuevo cine de Hollywood”, donde la obsesión por imponer una cultura audiovisual mainstream está alcanzando ribetes de paranoia. Según Samuel Huntington, los países ya no solo defienden sus intereses económicos, sino también “una identidad y una cultura”, y esto está derivando, según él, en una “guerra de contenidos”. Esto obviamente está perjudicando tanto al cine de espectáculo como al cine de expresión.

   —¿En qué aspectos cree que el “mainstream” perjudicó o favoreció al periodismo?

   —Considero que la cultura mainstream también existe en el campo del periodismo. En este caso se habla de “periodismo popular”. Esto suele ocurrir con mayor frecuencia en la televisión, por su imperiosa necesidad de llegar al mayor número de televidentes. Por eso algunos autores hablan de “batallas por el rating”. En los medios gráficos esa urgencia es menos aguda. La lucha que hoy libran los diarios pasa por su subsistencia frente al impacto del “meteorito Internet”, según la gráfica expresión de Ramonet.

   —Sabiendo que el cine es ficción, ¿cómo se lleva el “periodismo independiente” con el cine?

   —La pregunta requiere algunas precisiones. ¿Qué significa “cine independiente? En Estados Unidos es el que se realiza al margen de la industria y tiene su caja de resonancia en el Festival Sundance, creado por Robert Redford. ¿En la Argentina existe una industria del cine? No. Por lo tanto no puede aplicarse ese concepto. En la mayoría de los países todo el cine es independiente y lleva el sello del director, que también suele ser el autor del guión y a veces inclusive su productor.

Es cierto que el cine y fundamentalmente el norteamericano, contribuyó a la creación de una imagen idílica del periodismo. Por caso, las dos primeras versiones de la obra de teatro “The From Page”, de Ben Hecht y Charles MacArthur".

   “En el campo de los medios ocurre algo similar. Los teóricos sostienen que cuanto menor es la dimensión de un medio, mayor es la independencia de sus periodistas. Y si bien las grandes firmas poseen una libertad de opinión casi absoluta, en los conglomerados mediáticos los periodistas deben respetar puntillosamente la ideología y los intereses económicos de sus propietarios. En el 24º Festival de Cine de Mar del Plata se exhibió el documental Por amor a las películas: la historia de la crítica cinematográfica norteamericana, que expone la situación de los críticos veteranos de los medios gráficos de su país, relegados paulatinamente por jóvenes que escriben en blogs y son los niños mimados de los estudios de cine de Hollywood. La mayoría de esos críticos ya se han jubilado, tuvieron que retirarse o fueron reemplazados por periodistas que evitan, por ignorancia o complicidad, escribir comentarios críticos sobre las películas y en su lugar publican gacetillas que les envían las productoras. Y generalmente no están interesados en el `cine de arte y ensayo`”.

Los medios también

   —Así como la gran industria cinematográfica piensa en el dinero antes que en el entretenimiento o la cultura, ¿no cree que los grandes medios de comunicación también valoran el dinero, el rédito económico, antes que el periodismo?

   —“El poder de un periódico es la mayor fuerza dentro de cualquier civilización”. Esto lo escribió en 1898, en el diario New York Journal, el magnate de la prensa William Randolph Hearst. Pero más que dinero, lo que persiguen los conglomerados mediáticos es “poder”, tanto económico como político, además del control y la manipulación de la información. En otros términos, el dinero para conquistar poder. Y en estos casos, el periodismo está o debe estar al servicio de esos objetivos.

   —Si bien el cine es ficción y creo que en eso estamos de acuerdo, ¿en qué ha colaborado el cine para crear una visión romántica o casi idílica del trabajo del periodista?

   —Es cierto que el cine y fundamentalmente el norteamericano, contribuyó a la creación de una imagen idílica del periodismo. Por caso, las dos primeras versiones de la obra de teatro “The From Page”, de Ben Hecht y Charles MacArthur. Me refiero a “El cuarto poder” (1931), de Lewis Milestone, y “Ayuno de amor” (1940), de Howard Hawks. La legendaria periodista y crítica de cine Pauline Kael afirma que “en los años 30 y 40 la gente amaba a los periodistas. Eran duros, cínicos, irritables. En los 70 y 80, después que se convirtieron en héroes, se desató una reacción contra ellos”. Según la autora, eso ocurrió en 1976, después del estreno de “Todos los hombres del presidente”, de Alan J. Pakula, sobre el caso Watergate. Esa película puso fin al periodismo “inocente” y las producciones posteriores fueron más críticas respecto de los periodistas y el periodismo. Y esto que ocurrió no sólo en Estados Unidos, aparece expuesto en mi libro.

El proyecto sigue sobre el cine Argentino, una "cruzada"

   Agustín continúa trabajando en el proyecto “Periodismo y periodistas en el cine argentino”. Aunque aclara que esta vez tendrá un enfoque y una estructura muy diferente a este primer volumen que comentamos en la entrevista.

   “Contendrá menos enunciados teóricos y más historia. La idea es rescatar los periodistas que aparecen en películas de producción nacional, ya sea como personajes de ficción o de existencia real. En este caso, en filmes documentales”.

   “Por su extensión, el proyecto prevé tres volúmenes y los textos estarán divididos en períodos históricos coincidentes con los sucesivos cambios de gobierno. El primer volumen incluirá un homenaje a Mariano Moreno y abarcará desde 1810 hasta 1958; el segundo de 1958 hasta 1966; y el tercero de 1966 hasta 1983”, aclara Agustín.

   "No avanzaré más de esa fecha. Como no trabajo con plazos, no puedo precisar cuándo estarán concluidos. Pero en esta `cruzada` periodística no estoy solo, pues tengo el generoso apoyo de algunos colegas amigos”.