Bahía Blanca | Jueves, 18 de abril

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El odio de la caída

Desde 2015, el gobierno que aún demora y disimula su agonía no cometió error alguno: hicieron todo aquello a lo que vinieron.

Se han cumplido 64 años desde aquel fatídico 19 y siguientes dias de septiembre de 1955,cargados de odio y que brillan temente Arturo Jauretche describiera en Los profetas del odio.Tema de actualidad. El oficialismo esta cargado de odio. 
El mismo odio que llevó a Borges, Sabato, Mallea y Martínez Estrada en 1955 a apoyar la Revolución Fusiladora. O los que desde “la Vanguardia” -diario- tras los fusilamientos de 1956 sin pudor alguno proclamaran: “Ya era hora que se terminara la leche de la clemencia” mientras alcantarillas de desagüe eran mudas testigos de los fusilamientos de la  flor y nata del Ejercito en la Penitenciaria de Las Heras. En los basurales de León Suárez, el Pueblo caería por la metralla sobre la humanidad de pobres obreros. El mismo odio que desde Chile festejaba el por entonces legislador Salvador Allende. No se puede impunemente escupir al cielo. 
En 2015, el gobierno que aún demora y disimula su agonía, no cometió error alguno. Hicieron todo aquello a lo que vinieron. Hay varios ejemplos en nuestra historia. 
No me doy permiso de entrar en el análisis de la revolución fusiladora de 1955. Tan solo recordar que la obra de Eva Perón comenzó a ser demolida un 19 de septiembre de 1955, por el Coronel Ernesto Rotger, que se atrevería a sustituir en el cargo de Secretario de Salud al Médico sanitarista, cirujano, neurólogo Ramon Carrillo. Un día antes ese coronel cargado de ignorancia y de odio saquea la casa de Ramón Carrillo, autor del Sistema Nacional de Salud Publica. Aquel odio hoy renace sin pudor alguno en periodistas militantes, en las afirmaciones de los spots de publicidad oficiales en los que aparecen por un lado los defensores de la República y califican a la oposición como un antro nazi, corrupto, ofreciéndose el oficialismo como garantía supuesta de humanismo y de honestidad. Ejemplos que el odio ya había mostrado con “vocación republicana” hacia junio de 1955  bombardeando plaza de Mayo y asesinando a cientos de humildes, inocentes y desarmados civiles de a pie. Todas las sábanas, mantas, cunas, incubadoras, aparatos e instrumental quirúrgico adquirido a Checoeslovaquia y Finlandia fue arrojado al río Mendoza, así como la cristalería donde habían comido los “cabecitas negras”. Incluso los pulmotores que tiempo después se necesitarían por la epidemia de poliomielitis y el odio había hecho desaparecer por el pecado de tener FEP (Fundación Eva Perón).Ordenan desalojar la Clínica de Recuperación Infantil Termas de Reyes en Jujuy y ponen en su lugar un casino. Y el odio sigue sobre un pueblo condenado por castas gobernantes a ser un Sísifo redivivo. Ahora con un candidato a vicepresidente que propicia como “solución final” dinamitar las vills o suprimir ayuda social limitándola a 450.000 pobres, o aquel otro que se apoderó de los fondos de sustentabilidad del ANSES para facilitárselo a dos empresas de las que el Sr. interventor Leopoldo Blaquier era integrante del directorio y deudor a su vez de las mismas. ¿Qué es, si no odio disfrazado de error -la incompetencia es la cara inocente de la corrupción- agárrasela con el hambre de mas de cinco millones de niños desnutridos infraalimentados? ¿O manoteando los fondos de los jubilados? ¿O con el industricidio de miles de pymes con millones de desocupados? San Martin bien decía: “Al que está cayendo, no le importa lo que arrastra”.