La despedida del tranvía eléctrico

Redacción de La Nueva.

contenidos@lanueva.com

Mario Minervino / mminervino@lanueva.com   

   Hace 81 años, en octubre de 1938, en una acalorada sesión, el Concejo Deliberante aprobó la supresión del servicio de tranvía eléctrico en nuestra ciudad.
   El tranvía hizo su impactante irrupción en la geografía urbana bahiense en 1904, conformado por un pequeño tren, con un vagón tirado por una locomotora a vapor. 
   El gran avance que puso a Bahía Blanca a la altura de cualquiera otra ciudad del mundo fue la habilitación, en marzo de 1910, del tramway eléctrico, por obra y gracia de la empresa del Ferrocarril Buenos Aires al Pacífico. El recorrido original unía las estaciones ferroviarias del Noroeste (Roca y Sixto Laspiur) y la del Sud (avenida Cerri). Una de sus líneas (rumbos) se extendió luego hasta Villa Mitre y Villa Harding Green, el que sería su recorrido más exitoso.
   Con el paso del tiempo esta “maravilla del siglo” del transporte urbano pasó a ser considerada “antiestética”, molesta al tránsito y deficitaria. La falta de modernización en manos de una empresa que perdió interés en el negocio fue clave para su desafectación.
   Se llegó así al año 1938, cuando la compañía concesionaria solicitó su cancelación para dar paso al esquema del ómnibus a nafta, la nueva alternativa, considerada “moderna y cómoda”. 
Las discusiones en el Concejo Deliberante incluyeron desde discutir la suerte de Villa Harding Green hasta el futuro de los empleados de la compañía. Ordenadas esas cuestiones, aprobó la cancelación del servicio.
   Dos meses después, el 11 de diciembre de 1938, cerca de la medianoche, ingresó al galpón de Chile y Undiano el último tranvía que circuló por la ciudad.  Bahía Blanca se había convertido en el primer lugar del país en prescindir de este servicio.
  En la actualidad el tranvía eléctrico es considerado en el mundo como el medio de transporte por excelencia, económico, silencioso y no contaminante.