Bahía Blanca | Viernes, 19 de abril

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De Goebbels a Durán Barba

Aquí el orden de los factores no altera el producto.Aquel -ministro para la ilustración publica y propaganda del Tercer Reich de 1933 a 1945- parió para ser aplicada en todo Occidente la “guerra hibrida”. Aquel fue un genio de la propaganda: “creó toda una serie de consignas coordinadas que sirven para manipular a toda una sociedad,o tecnología de la desinformación”. El segundo los utiliza en Argentina a todo nivel,a saber:  1) Principio de simplificación y del enemigo único, adoptando un único símbolo: “cambiemos”, “sí, se puede”, “pobreza cero”.Elegir adversario en un único enemigo: Cristina. Y frente a ese enemigo,lo que nos define a nosotros: consenso,transparencia del INDEC, inflación cero. Este principio lo que viene a determinar es eso: “No compliquemos los discursos: simples para definirnos a nosotros (transparentes) y palabras sencillas para definir a un único enemigo: Cristina=corrupción. 2) Principio del método del contagio: reunir todos los adversarios en una sola categoría, una suma individualizada: “populismo”. ¿Qué se consigue con esto en la propaganda? Simplificar mucho el mensaje. No hay que dar más explicaciones: se identifica a todos con el mismo nombre; se les hace a todos igual, y por lo tanto se les combate a todos por igual. 3) Principio de la Transposición: cargar sobre el adversario los propios errores o defectos. Si no se puede negar la mala noticia -hundimiento del ARA San Juan-,se inventan otras que las distraigan -proponer la discusión sobre el aborto con propia iniciativa en el Congreso generando debate y movilización nacional con pañuelos verdes y celestes, como hizo Frondizi en 1960 que, para ocultar los contratos petroleros,puso a toda la sociedad en la lucha entre “laica o libre”. 4) Principio de la exageración: convertir cualquier anécdota, por pequeña que sea, en amenaza grave. Si no “cambiamos”, “por una Argentina abierta al mundo”, “nuestro destino era Venezuela”, “por eso abrimos las importaciones”, “el FMI nos presta porque confía en nosotros”. Todo,para ocultar un riesgo país mayor de 800 puntos, tasas de interés usurarias, miles de millones en timba financiera con fuga de capitales, endeudamiento superior a la dictadura, millones de desocupados, cierre de pymes, disimulando miles de líderes sociales asesinados en Colombia,o la instalación de bases militares en Colombia y en Argentina,o acordar la supervisión de la Guardia Nacional de Georgia (EE.UU.) sobre nuestras fuerzas de seguridad, asalto por mas de $160.000 millones al fondo de los jubilados, cierre casi consumado de astilleros Río Santiago, etc. 5) Principio de la vulgarización: toda propaganda debe  adaptar su nivel al menos inteligente de los individuos a los que va dirigida. La capacidad de las   masas es limitada y su comprensión escasa; además, tienen gran facilidad para olvidar. “A la gente no le des una explicación compleja, tiene que ser algo muy sencillo, muy vulgar”: la culpa es de los últimos 70 años. “Tiene que ser algo directo, que no haya que pensar”, para que el ciudadano menos informado y con menos capacidad de análisis sea capaz de repetirlo. “Porque lo fundamental en la propaganda es la repetición”. Por eso, pese a su dislexia,la cantinela de don Mauricio es siempre “el futuro”, “lo peor ya pasó”, “todos juntos, podemos”. “Si una mentira se repite lo suficiente, acaba por convertirse en verdad”. Esto se llama “orquestar una campaña”, o  6)Principio de orquestación: la propaganda debe limitarse a un número pequeño de ideas y repetirlas incansablemente. 7)Principio de renovación: hay que emitir constantemente informaciones y argumentos nuevos a un ritmo tal que, cuando el adversario responda,”la gente” esté ya interesado en otra cosa. Las respuestas del adversario nunca han de poder contrarrestar el nivel creciente de acusaciones -fogonear con la causa de los cuadernos-. Que todos estén con cacerolazos y tarifazos ocupados, pero no reparen en el sobreseimiento de  Gianfranco Macri por las coimas de los peajes.Ya no sirve el asesinato de Nisman, ni haber guardado en el frío a Maldonado en Chile, ni los cuadros de Cristina.Vamos, fabriquen periodismo patrullero, femicidios, abusos dartesianos añejos, reservas ajenas de moneda,vamos. Que nadie se apiole que las reservas metálicas las tenemos en Londres. Este encadenamiento permanente es el que va renovando el discurso. ¿Quién se acuerda ya del vinculo de Rodríguez Larreta con el suicidio de Favaloro? 8)Principio de verosimilitud: para eso se crea la cadena de periodistas del bombo mutuo, entrevistados de presencia contratada para aparecer como de diversas fuentes un mismo tema con mismos diagnosticos parcialmente veraces. Más eficaz que una mentira es una verdad a medias: esta tiene un mínimo de “credibilidad”,y se inicia un proceso circular de fuentes que coinciden. Llenos programas de economistas y zurdos reciclados -Leuco-. 9) Principio de silenciación: ocultar la letra chica del pacto con el FMI, o las transacciones con Inglaterra respecto a vuelos, ocultar Twitter del embajador en Inglaterra reconociendo altas autoridades inglesas en Malvinas. 10) Principio de la transfusión o regla general, la propaganda opera siempre a partir de un sustrato preexistente -de un complejo de odios y prejuicios tradicionales: “trabajo sobra, lo que pasa es que aquí nadie quiere laburar”. “Peronismo Federal (sin Perón: ayer era Vandor, hoy es Urtubey, Pichetto, Massa). 11) Principio de la unanimidad. Llegar a convencer a mucha gente de que piensa “como todo el mundo”. Para eso están las encuestadoras: forma doras de opinión. Si la mayoría de ellas ve las cosas así, será así la realidad” “Yo soy un técnico. No me planteo lo moral o lo  inmoral” (Durán Barba confesó “flatus vocis” ante Novaresio en 2018). O sea, una democracia vaciada por métodos de apariencia democrática. Pícara y vana experiencia extraumbilical.