Bahía Blanca | Jueves, 18 de abril

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Maíz: en la región se rompió la barrera del rinde de indiferencia

En la zona Centro, cercana al puerto de White, la producción rondó los 6.700 K/H. A la siembra, el RI se calculó en 4.600 K/H.

Guillermo D. Rueda
grueda@lanueva.com

  Al momento de la siembra de maíz, en el mes de septiembre del último año, el rinde de indiferencia (cuando se cubren los costos totales del cultivo) para todo el área de influencia fue de 4.600 kilos por hectárea.

   Calculado para la citada fecha, en base a un precio a cosecha de 145 dólares por tonelada, los 5.500 kilos por hectárea —en promedio— obtenidos por el productor pueden compensar los costos afrontados en la última campaña.

   Así entonces, si la lectura se extiende al precio de 160 dólares por tonelada del cierre de esta semana, los agricultores tendrán una ventaja más importante aún.

   Con los citados U$S 160, en la zona Norte con un rendimiento de 6.700 K/H, el rinde de indiferencia es de 5.600 K/H; en el Centro, con 4.500 K/H, el RI es de 4.300 K/H y en el sur con un rendimiento promedio de 3.200 K/H, el RI es de 3.100 K/H. Es decir, resultado positivo en todos los casos.

   Los datos fueron reflejados en el Reporte Agrícola Quincenal de la Dirección de Estudios Económicos de la Bolsa de Cereales de Bahía Blanca, que elabora su equipo de ingenieros agrónomos y de economistas.

   Según se indicó, pese a la sequía estival la zona Norte, cercana al puerto de Ingeniero White, se generaron saldos positivos, mientras que la Centro y Sur quedó casi compensado, dependiendo si se efectivizó la aplicación del fertilizante nitrogenado sobre el cultivo.

   La campaña del maíz regional 2017/18 se encuentra casi terminada, con un avance de cosecha del 90 % de la superficie, restando algunas hectáreas en los partidos bonaerenses de la zona sur.

   El rendimiento promedio del área de influencia —según la BCP— es de 5.500 kilos por hectárea; esto es, un 25 % inferior a la campaña anterior.

   Los partidos de Pehuajó y de Rivadavia se destacan con un promedio de 8.000 K/H, mientras que los departamentos Hucal y Utracán tienen rendimientos de 2.000 kilos por hectárea. 

   Respecto de la producción, la diferencia a favor de los lotes sembrados en fecha temprana respecto de la tardía —de acuerdo con el informe de la Bolsa de Cereales local— fue notoria.
Se indicó que el desarrollo radicular fue favorecido durante el estado vegetativo por las mejores condiciones de humedad.

   Esto fue evidente en los partidos de Carlos Casares, Pehuajó y Rivadavia, donde las raíces de los maíces tempranos alcanzaron la napa mostrando excepcionales rindes a pesar de la sequía estival.

   El aumento del 3 % del área implantada no llegó a compensar la merma en los rindes, provocando una caída de la producción del 16 % (5,73 a 4,82 millones de toneladas).

   El resultado de la producción observado se calculó en base a la superficie cosechada para grano. Se consideró que el 30 % de la superficie sembrada en la zona Norte y el 50 % de las zonas Centro y Sur se destinaron a fines forrajeros o no fueron trillados por su bajo rendimiento.