Caso Katherine: al nieto de “Canini” González ya no lo investigaban por el crimen

Redacción de La Nueva.

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   La muerte de un joven de 21 años vinculado en su momento con el homicidio de Katherine Moscoso, registrado en mayo de 2015 en Monte Hermoso, desató una serie de especulaciones y comentarios sobre las razones por las cuales habría decidido quitarse la vida.
   Se trata de Josué González, cuyo cadáver fue encontrado en la vivienda de su abuelo Juan Carlos, apodado “Canini”, quien falleció al ser linchado durante la pueblada desatada poco después de descubrirse el homicidio de la adolescente.
   Fuentes judiciales informaron a La Nueva. que a fines del año pasado se había puesto en marcha una investigación respecto del joven, aunque no tenía relación con la autoría material del asesinato.
   “Surgía la posible comisión de algún delito de encubrimiento o la sospecha de alguna posible obstrucción a la justicia, por eso se había iniciado una investigación en función de esto”, informaron.
   Se trata de una “causa colateral” y estaba en los tramos inciales.
   “No se había avanzado mucho y tenía medidas de prueba pendientes. En principio, no había hipótesis de investigación relacionada con la comisión material del homicidio, pasaba por un posible falso testimonio o encubrimiento”.
   Indicaron también que, a partir de lo sucedido, la fiscalía que llevaba adelante la causa pedirá el sobreseimiento por extinción de la acción penal.
   Mientras tanto, el aparente suicidio de González, ocurrido en la casa 37 del barrio Procasa, es investigado por el fiscal Sebastián Foglia, a cargo de la UFIJ Nº 9.

La primera hipótesis

   El nombre del joven fue mencionado en un principio dentro de las cuatro hipótesis del homicidio que barajaba la Justicia.
  Josué y Katherine habían sido vistos en la madrugada del domingo 17 de mayo de 2015, a la altura de la calle Pampa al 900, discutiendo y forcejeando. Seis días después el cuerpo de la joven apareció enterrado en una zona medanosa ubicada a apenas 5 cuadras de allí.
  El chico, sin embargo, nunca llegó a ser imputado formal o procesado, porque durante la investigación aparecieron no menos de cinco testigos que dijeron haber visto a Katherine en la casa de “Canini” González el lunes 18 de mayo de aquel año.
  La Justicia tampoco consideraba como un elemento determinante que hubiera escrito en su cuenta de Facebook, en aquel momento, la frase “Estoy arrepentido, me mandé una cagada”. Según él, lo hizo sin pensar, para disculparse con su madre, y después lo borró porque la mujer lo obligó.
  Otros vecinos también mencionan que en el balneario circulaba un audio anónimo en el que un familiar del chico lo vinculaba con el homicidio, dato que nunca pudo ser corroborado.