Bahía Blanca | Viernes, 19 de abril

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¿Un "topo" en la Casa Rosada?

   La detención este fin de semana mientras intentaba ingresar a la cumbre de ministros y presidentes de Bancos Centrales del G-20 del periodista entrerriano Juan Illescas, más allá de las motivaciones policiales oficiales que terminaron con su apresamiento, abrió las puertas a algunas dudas sobre su verdadero rol en la Sala de Periodistas del primer piso de la Casa Rosada. ¿Era un "topo"  que espiaba para alguien? ¿Y por orden de quién? ¿Pertenece de manera encubierta a algún servicio de inteligencia estatal, como la AFI? ¿Cumplía en cambio tareas de espionaje casero para algún partido político de la oposición? ¿Y con qué propósito?

   Son todas preguntas abiertas en medio de la conmoción que provocó la detención de Illescas, acreditado en la Sala de Periodistas desde hace unos tres años y con credencial extendida a su nombre y de la radio Integral, una FM de la pequeña localidad entrerriana de Maciá. Esos interrogantes no cerrados son los que a esta hora preocupan a la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, y de hecho a la cadena de responsabilidades que existe en la Casa Rosada a la hora de extender una credencial de periodista acreditado, como la Casa Militar, la Secretaría General de la Presidencia y la Jefatura de Gabinete, en ese orden ascendente.

   Para empezar, cerca de Bullrich dicen que el hecho mismo de estar acreditado por una ignota radio de pueblo es motivo suficiente para empezar a sospechar. ¿Recién se dieron cuenta ahora, cuando Illescas obtuvo su credencial en los meses finales del gobierno de Cristina Fernández? En rigor de verdad, el gobierno de Cambiemos restringió al máximo la extensión de credenciales desde que Mauricio Macri llegó a la Casa Rosada. Y desde hace al menos un año ya no se entregan más acreditaciones. Es más, hasta no hace mucho todavía circulaba por despachos del área de Comunicación un plan para cerrar la Sala de Periodistas, o trasladarla a un anexo de Jefatura de Gabinete en la esquina de Diagonal Sur y la avenida Belgrano. Fue desactivado por "mediáticamente impracticable".

   La importancia que el gobierno le dio al caso de la ahora ruidosa detención del cronista entrerriano, de quien primero se informó lo que ya se sabía, que en general su cobertura se vinculaba más al sector agropecuario que a las actividades oficiales del presidente y los ministros, pero que ahora se agrega su presunta vinculación a empresas vinculadas a la seguridad y vigilancia, tiene una ligazón directa con un mega tema que maneja el más alto nivel de gestión: el titánico entramado de seguridad que deberá cubrir la cumbre de presidentes del G-20 del próximo noviembre.

   Tanto es así que todo el caso y sus posibles derivaciones fue tratado esta mañana como uno de los temas de agenda por Macri, Marcos Peña y los ministros. El Jefe de Gabinete debió salir luego a dar explicaciones a los periodistas acreditados que convivieron cada mañana con Illescas durante los últimos tres años. 

   Peña pretendió sostener que la detención del periodista surgió "por un chequeo del propio gobierno". En realidad Illescas fue apresado cuando al intentar ingresar el fin de semana a la reunión del G20 en el Salón de Exposiciones, al chequear su credencial en la base de datos saltó que tenía pedido de captura de la justicia de Formosa por robo de ganado, falsificación de documento público, adulteración de firmas y falsedad ideológica. De sus probables vinculaciones con el espionaje de algún tenor hasta ahora desconocido, o de su función de "topo" aprovechando su presencia diaria en la Sala de Periodistas, recién surgieron algunos trascendidos esta mañana, todos provenientes del ministerio de Seguridad.

   Peña dijo que esta detención "refuerza con más razón el esfuerzo que se viene haciendo desde Casa Rosada para que a partir de agosto se implemente un sistema de acceso que esté conectado con la base de datos de seguridad de todo el país, para aumentar los niveles de seguridad". Justamente esa base de datos, a la que insólitamente el gobierno parece no estar conectado, fue la que permitió la detención de Illescas el fin de semana.

   Un dato. Desde antes del regreso de la democracia, y hasta donde se sabe ese procedimiento no ha cambiado, cuando un periodista se acredita en la Casa Rosada, sea de medios nacionales o extranjeros, llena un formulario donde consta de todo, hasta los viajes que ha realizado hacia o desde el exterior según sea el caso, y por qué razones. Una copia de ese formulario se enviaba a la ex SIDE, actual AFI. ¿Pasó por ese filtro la acreditación de Illescas? Es una pregunta que por ahora nadie contesta. Y que también se hacía esta mañana la ministra Bullrich.