Napostá ratificó lo que había mostrado y se quedó con el primer tramo

Redacción de La Nueva.

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Por Fernando Rodríguez / ferodriguez@lanueva.com

   Ratificando lo que había mostrado en el resto de la serie, Napostá tuvo mayor juego, confianza y deseos que Villa Mitre, para ganarle 96 a 88, cerrando la serie 3-1 y, de esta manera, adjudicarse el primer tramo del torneo superior.

   Es decir que, si repite en el segundo se consagrará campeón, caso contrario, ya se aseguró una final extra.

   En este cuarto juego, el primer cuarto mostró altísima efectividad que la mantuvo Napostá y Villa Mitre la incrementó en la medida que trascurrieron los minutos.

   A partir de ahí el local se abrió caminos al cesto rompiendo con Gutiérrez, mientras que Cristian Miguel y Heinrich aprovecharon los tiros que le dio el juego, sin forzar.

   La visita, con el trío Pallotti-Bellozas-Quiroga, sumado a los momentos de Matute Martínez, siguió firme y el partido se tornó de ida y vuelta, coronado con altos porcentajes: 8-12 el local en dobles y 9-13 la visita, en el primer cuarto, para un cierre de 23-24.

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   El segundo fue todo -o casi- del equipo de Aleksoski.

   Mejor plantado, como había sucedido en el resto de la serie, con Aguirre siguiendo a Harina y obligando a que otros tomen los tiros, con cambios defensivos permanentes y arriesgando en determinados momentos, Napostá aumentó su confianza.

   Cada recupero lo tradujo en puntos, corriendo y tomando desarmada la defensa tricolor o, bien, apostando mucho a Quiroga que, en el uno contra uno dominó a voluntad ante Heinrich.

   Villa Mitre se metió en cajón, con Berdini siguiendo a Pallotti y apareció Zambrano (también siguió a Harina) primero y Aguirre después, para desarmar una defensa que, más allá del sistema, carecía de convencimiento.

   Y el cuarto, con parcial de 16-5, lo ganó 25-12, para irse al descanso largo con la máxima: 49-35.

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   Por si fuera poco, en el comienzo del complemento un triple de Pallotti e increíblemente un doble de Zambrano -tras reposición- al lado del cesto, aumentaron la diferencia para que, en 2m30, la visita sacara 18 de luz.

   El local, buscando soluciones, extendió la defensa y de alguna manera confundió a Napostá, que se apresuró y desperdició parte de la ventaja: 47-58.

   Mientras que ofensivamente apareció Heinrich para ahora sí dominar el duelo con Quiroga –también Harina se sumó con dos triples- y el local, concentrado todo su juego en el tornquistense, se puso a 8 y no pudo más porque faltó compañía.

   Así, entraron al último cuarto 10 arriba los visitantes.

   Y de 10, en 1m42, se fueron a 16, obligando a que Ugolini pidiera tiempo muerto: 78-62.

   A esta altura se lo notaba a Napostá muchísimo más cómodo, confiado y seguro de lo que pretendía.

   Por eso, más allá de algunos arrestos individuales que mostró Villa Mitre y que, a partir de una entusiasta defensa le permitieron descontar en determinados pasajes, la visita mantuvo su línea.

   El juego colectivo, liderado por Pallotti, como sucedió en toda la final, resultó una receta mucho más efectiva para el dueño de la primera parte del torneo.