¿Cultura del trabajo?

Emepé

   Unos 400 en Télam, unos 200 en una refinería... más por allá, más por acá... despidos por todos lados. Los argentinos nos vamos quedando sin trabajo, sin esperanzas... sin ganarnos la vida con el esfuerzo propio.

   Para quienes votaron a Mauricio Macri uno de los pecados del kirchnerismo era que se había perdido la cultura del trabajo: porque “las chicas se embarazaban para no tener que salir a trabajar y vivir de los planes”, “los obreros preferían quedarse en sus casas con un subsidio antes de ir a buscar laburo”. El kirchnerismo nos había llenado de esta gente que nunca iba a valorar el trabajo ni saber lo que es ganarse el pan “con el sudor de su frente”.

   Pero lo cierto, la realidad, es que hace 2 años el trabajo escasea más que antes, cada vez más gente queda desocupada. Hace 2 años había más obreros en las fábricas, en las empresas, en los comercios, en las ciudades turísticas.

   ¿Así se enseña la cultura del trabajo? ¿Dejando sin trabajo? ¿Entonces? ¿Entonces el voto fue para quien no te imaginabas que iba a hacer lo opuesto a lo que querías? ¿O te engañó con su corrección política, endulzándote el oído? ¿O no te diste cuenta de lo cómodo que se sentía con la grieta?

   Esa grieta que además tuvo la habilidad mediática de adjudicársela a sus enemigos —en estos casos no alcanza con adversario político— y de la peor manera: como un resentimiento de clase del que ellos, según dicen, no tienen ninguna culpa.

   Como dice el tango: estamos embretaos, vencidos y maniaos.