Bahía Blanca | Jueves, 28 de marzo

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Macri ordenó cortar todo diálogo con la CGT

La columna semanal de Eugenio Paillet, corresponsal de La Nueva. en Casa Rosada.

Archivo La Nueva.

   La reunión de gabinete de esta mañana en la Casa Rosada corroboró un dato que sobrevolaba ayer por la tarde en los despachos oficiales luego del masivo paro general: no habrá más "diálogo corporativo" con la Confederación General del Trabajo. Lo reafirmó el jefe de Gabinete, Marcos Peña, en la conferencia de prensa posterior al encuentro del presidente con sus ministros y otros actores. Pero antes lo había enfatizado el propio Macri durante el mensaje que dirigió apenas se sentó frente a su equipo de colaboradores.

   El Gobierno puso en la bolsa para tomar tamaña decisión y arreglarse desde ahora sólo con los encuentros sectoriales con los distintos gremios y cámaras empresarias, actitudes como la del clan que lidera Hugo Moyano, que sostiene que ya "es muy tarde" para esperar alguna respuesta del macrismo a sus variados reclamos, sino también posturas extremas como las del Pollo Sobrero, que dijo a voz en cuello en Plaza de Mayo que no van a parar con el plan de lucha "hasta que se caiga el gobierno". A Macri y su mesa chica no le alcanzó con los tardías disculpas del dirigente ferroviario.

   "En el fondo es lo que piensan y desean, que al gobierno le vaya mal, que no termine su mandato como manda la Constitución", dijeron cerca de Peña mientras el ministro coordinador enfrentaba a los periodistas.

   En aquella arenga inicial, el presidente no se anduvo con vueltas: "No nos van a hacer retroceder al populismo que todos ellos impulsan y que significa volver a una economía cerrada y aislada del mundo", remarcó. Y los acusó directamente, mientras se refería a los actores materiales e intelectuales del paro general de ayer, de "usar a los pobres" para atacar a su gobierno y complicar la gobernabilidad.

   Peña puso en blanco un par de horas después en la Sala de Conferencias esa decisión extrema del gobierno: "No habrá llamado a la CGT, porque hace dos años y medio que estamos en esta discusión que no nos lleva a ningún lado, vamos a seguir como hasta ahora, convocando sector por sector".

   En todo caso, el jefe de Gabinete dejó abierta una pequeña puerta para que en el futuro, sin ninguna precisión respecto de tiempos y en especial de temas a tratar, el "diálogo institucional" que debe mantener el Ejecutivo con todos los actores de la vida nacional, en este caso la legítima representación de los trabajadores que personifica el triunvirato de la CGT de la calle Azopardo, pueda correr por cuenta del ministro de Trabajo, Jorge Triaca.

   "Hoy no lo vemos, no sirve para nada si ellos lo primero que hacen es juntarse con los más duros para hacer un paro que no conduce a nada y le hace perder al país mil millones de dólares", dijo aquella misma fuente.

   Para prueba, basta el par de botones que dejaron Peña en la conferencia de prensa y Macri en su arenga al gabinete: "un paro no nos cambia nada, no nos saca del eje que nos hemos fijado", dijeron cada uno por su lado.

   ¿Cómo sigue la historia? Para empezar Peña dio un paso adelante en aquel intento por encauzar desde ahora el diálogo pero sector por sector. Reconoció que las paritarias son libres y que los sindicatos podrían rediscutir sus salarios en el caso de aquellos que firmaron por un 15 % y llegar o acercarse al 25 % que consiguieron los camioneros de Moyano. De hecho dio casi por muerto al decreto que firmaron Macri y Triaca por el que se habilitaba un 5 % adicional de aumento para los que ya firmaron por el 15.

   Nadie, en tanto, supo responder a una pregunta que caería cantada después de ese "afloje" del gobierno en cuento a flexibilizar los topes salariales luego de haberlo negado sistemáticamente. Es saber si ahora el que tendrá algo para decir será el Fondo Monetario Internacional. El organismo puso especial énfasis en el acuerdo que acaba de firmar con la Argentina, del que ya desembolsó un anticipo de u$s 15.000 millones, en la rigidez de los acuerdos salariales.