Mayo, la nueva Meca del Gobierno

Eugenio Paillet

   La consigna quedó plantada durante la habitual reunión del gabinete ampliado de los martes en la Casa Rosada que encabezó el presidente Mauricio Macri. "Mayo es la meta, hay que entregar datos positivos en mayo, antes de que la situación se empiece a complicar", confesó uno de los secretarios de Estado que participó del encuentro en el Salón Eva Perón, donde precisamente uno de los documentos sobre la mesa fue el de las nuevas proyecciones a la baja del Fondo Monetario Internacional, que pronosticó menos crecimiento del PBI y más inflación que la que calculan los gurúes del oficialismo para todo 2018.

   Un dato curioso, o no tanto. El radicalismo -principal socio de Pro en la coalición de Cambiemos, además de Elisa Carrió- ha sido en los últimos días uno de los más críticos de las políticas económicas impulsadas por el Gobierno, con eje en dos cuestiones que tienen a maltraer al presidente y sus principales espadas: el daño en el bolsillo de la clase media que producen los tarifazos que pilotea Juan José Aranguren, y el alejamiento paulatino de la pauta del 15 % de inflación para todo este año que la autoridad económica fijó en diciembre pasado.  

   Por eso no hay que extrañar que esta mañana se sentaran a la mesa del gabinete los presidentes de los interbloques del oficialismo en el Congreso: el diputado Mario Negri y el senador Luis Naidenoff.

   El Jefe de Gabinete, Marco Peña, fue de algún modo durante la conferencia de prensa que siguió a la reunión de gabinete el que "blanqueó" aquella nueva meta del Gobierno que promete empezar a dar algunas buenas noticias el mes próximo. "A partir de mayo vamos a comenzar a mostrar mejores resultados en este camino que estamos recorriendo para reducir la inflación". Antes, se recuerda, el Gobierno había vuelto a fijar "en el segundo semestre", esta vez de 2018, la llegada de buenas nuevas para la ciudadanía.

   El novedoso apuro del Gobierno, que incluyó esta mañana una fuerte arenga de Macri a sus ministros y secretarios para que "trabajen más y sean menos comentaristas de la realidad", en aparente alusión a la molestia que le causa ver a sus funcionarios recorrer los programas de televisión, tiene relación directa con los últimos, y malos, números que les han entregado numerosos encuestas que recibieron y que meten el cuchillo en el hueso: ahora son más los ciudadanos que creen que estarán peor a fin de año que lo que lo estaban a fines de 2017. Y también son legión los que consideran que el Gobierno, aunque el sayo le cabría a Nicolás Dujovne y el siempre cuestionado titular del Banco Central, Federico Sturzenegger, no sabe cómo resolver el problema de la inflación.

   Las alertas, en medio de no pocas internas entre miembros del propio elenco gobernante por declaraciones cruzadas o falta del cumplimiento de metas, se encendieron cuando se conoció la alta inflación de marzo, que dio un inesperado 2,3 %, y peor todavía los pronósticos que dicen que en abril la medición estará igual o alguna décima más alta que en el mes pasado.

   En el Gobierno hacen mucho ruido además posiciones de dureza como la que viene asumiendo Elisa Carrió. La última de ellas el pedido de informe con preguntas puntuales e incómodas para el Jefe de Gabinete que deberá tratarse en comisión en la cámara baja. "Está todo bien con Lilita, ella a veces hace de policía malo pero está profundamente comprometida con el éxito del Gobierno", dijo aquel secretario de Estado al comentar algunos pormenores del tramo más duro de la reunión de esta mañana.

   Componedor a ultranza, Peña defraudó a los cronistas que le consultaron sobre la nueva embestida de la "fiscal de la República" contra los tarifazos de Aranguren y la falta de resultados en la lucha contra la inflación. "Carrió planteó cuestiones vinculadas a las empresas, al control y estamos totalmente de acuerdo. Hay disposición de abrir toda la información necesaria para trabajar en conjunto con el Congreso sobre cómo lograr una mejor implementación”, suavizó.