Bahía Blanca | Martes, 23 de abril

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Dólar: la volatilidad llegó para quedarse

Dólar: la volatilidad llegó para quedarse. Análisis económico La Nueva. Bahía Blanca

Tranquilidad. Ése fue el mensaje que buscaron transmitir tanto desde el Banco Central como desde el resto de las dependencias del equipo económico. Incluso el Presidente, Mauricio Macri, y el ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, salieron a transmitir que no estaban preocupados por la escalada de la divisa. Fue antes del viaje que emprendieron a Hamburgo para participar de la reunión del G-20.

El salto de la divisa apenas consiguió recuperar una parte del atraso cambiario acumulado en los últimos meses. Era de hecho la queja más escuchada en los sectores industriales, que son los que más sufren la pérdida de competitividad. Pero el “dólar barato” también incentivo en los últimos meses dos comportamientos: la compra de divisas para atesoramiento y viajes al exterior. Se supone que ahora con el encarecimiento de la divisa no todos estarán tan seguros de salir a comprar o de pasar sus vacaciones fuera de la Argentina.

Desde el Gobierno aseguran que se trata de un ajuste saludable. El Banco Central se mantuvo en todo momento fuera del mercado, es decir sin intervención y dejó que la moneda flotara. La oferta de divisas apareció en mayor cantidad cuando el tipo de cambio mayorista tocó el jueves niveles de $ 17.35, mientras que en las pizarras rozaba los $ 17,50.

La escalada comenzó especialmente desde que se supo que Cristina Kirchner sería candidata en la provincia de Buenos Aires. Esta confirmación generó nerviosismo entre los operadores locales y los inversores extranjeros. La posibilidad de que el rumbo económico pegue un volantazo o directamente la marcha atrás es algo que inquieta por demás a los mercados. Y el tipo de cambio fue donde más se sintió esta mayor incertidumbre vinculada a las elecciones.

Luego del aumento del dólar, el tipo de cambio real igual se ubicó debajo de los niveles de enero. Es decir que ni siquiera llegó a recorrer todo el camino para recuperar la inflación acumulada del año. Sin embargo, el incremento resultó bastante súbito y algunos jugadores optaron por salir a vender a niveles más altos, aprovechando al mismo tiempo altas tasas de interés en pesos.

No es casualidad que haya sido Banco Macro la punta de lanza de las ventas, ya que la entidad recaudó más de 700 millones de dólares en la última emisión de acciones que efectuó en los mercados internacionales, hace apenas un mes. Una porción menor de esos dólares fue vendida en el mercado para aprovechar la diferencia cambiaria. También hubo un aumento de ventas por parte del agro. El sector aprovechó el doble efecto de la suba del dólar y simultáneamente de la soja para acelerar la venta de la oleaginosa y la liquidación de divisas. Aunque el campo ya no tiene la obligación de liquidar divisas como en el pasado, al mejorar las condiciones de precio se ve tentado a hacerlo como se vio en las últimas horas.

El episodio de estas últimas jornadas revela que el dólar salió de su letargo y ahora tendrá mayor volatilidad. “Hay que acostumbrarse a que en un sistema de flotación las monedas se mueven y no pasa nada”, explicaba un alto funcionario. La cercanía de las PASO y luego las elecciones legislativas avizoran que la divisa tendrá claramente mayores vaivenes que en el pasado. Además, el escenario de paridad entre Cristina Kirchner y Cambiemos en la provincia se sentirá sintiendo en el tipo de cambio.

Ese “no pasa nada” se refiere, en realidad, al efecto que el tipo de cambio genera en la inflación. En la mayoría de los países emergentes está totalmente divorciado el comportamiento del tipo de cambio en relación a los precios. La expectativa es que esta vez suceda lo mismo en el mercado local. Aunque tal vez no por las mejores razones: la caída de las ventas hace muy difícil trasladar a precios una suba del tipo de cambio. “Los precios de la vestimenta para la próxima temporada de verano van a ser los mismos valores en pesos que los del año pasado”, comentan en el sector. Algo mismo le sucedió a la industria de electrodomésticos en el último año, también muy afectada por la caída de ventas entre la devaluación y la reducción del poder adquisitivo.

Más allá de las declaraciones del caso, es cierto que hay otros temas que desvelan a los funcionarios: la inflación y un crecimiento que no termina de impactar en los bolsillos de la gente. Serán estos finalmente los factores económicos que pesarán mucho más en las elecciones que los movimientos del dólar.