El emotivo mural de Bella Vista
Los murales urbanos conforman una rica forma de manifestación de los vecinos.
El barrio Bella Vista cumple 130 años y uno de las acciones para adherir a tan significativo aniversario fue pintar un mural con futbolistas de esa entidad que han tenido trascendencia a nivel local, nacional e internacional.
En una ciudad conocida como la Capital Nacional del Básquet, nadie puede ignorar que también el fútbol ocupa un lugar destacado en su historia, al punto que la Liga del Sur, fundada en 1908, es la más antigua del interior del país.
Y a pesar de los difícil que es para los equipos del interior ser parte de las ligas mayores del fútbol, la ciudad ha sido y sigue siendo semillero de grandes jugadores, al punto que en el plantel del último campeón mundial hubo dos bahienses –Germán Pezzella y Lautaro Martínez.
El caso de Bella Vista es muy especial, que siendo un club de barrio ha formado jugadores de trascendencia internacional.
El mural fue realizado por Ariez Fresh sobre uno de los paredones de la cancha de fútbol, e incluye las figuras de Jorge "Laucha" Recio, Alfio "Coco" Basile, Ernesto Ancán, Carlos Mungo, Pablo "Arriagada, Rodrigo Palacio, Martín Aguirre y Delfina Lombardi.
Es una manera de mantener vivo el recuerdo de figuras a las que las nuevas generaciones quizás no conozcan y hasta se sorprenden de saber que antes de saltar al estrellato fueron parte de la entidad.
Jorge Recio, por mencionar un ejemplo, fallecido en 2008, fue parte de la historia de River Plate en los 60, llegando a vestir la casaca del seleccionado.
En Coco Basile es un emblema del fútbol nacional. Campeón del mundo con Racing Club en 1967, con Huracán en 1973, DT de la selección argentina y multicampeón en Boca Juniors.
Rodrigo Palacio, subcampeón del mundo 2014 –título castigado si lo hay en el exitismo nacional--, campeón de América con Boca Juniors, figura en equipos de Italia.
Ninguno de los tres es menos que cualquiera de los otros que figuran en el mural y que seguramente de muchos otros que merecen también su lugar.
La historia es algo que ocurrió en el pasado, pero que marca el presente y puede mejorar el futuro. Por eso es bueno, sano y respetuoso este tipo de homenaje. La memoria, Diego, no se mancha.