El entrenador Mauro Polla y una mirada que fue más allá del Sudamericano U15 Femenino
El bahiense estuvo como asistente y se refirió, entre otros temas, a la bahiense Isabella Roldán y a la puntaltense Juana Montivero.
El entrenador Mauro Polla sumó otra experiencia con un cuerpo técnico de Argentina, en este caso, como asistente del seleccionado U15 Femenino que participó del Sudamericano de básquetbol.
"Si bien podíamos haber salido campeonas o segundas, nos tocó ser terceras, pero estaba claro que el objetivo era clasificar (a la AmeriCup U16) y se consiguió", destacó el DT, en "El Diario Deportivo", que se emite de lunes a viernes, de 14 a 15, por La Nueva Play.
No clasificar significaba, para esta camada, no tener la posibilidad de jugar hasta llegar a la Selección mayor.
"Esta camada es 15, 16 y 17. Es una estructura un poco compleja y es lo que nos genera mucha diferencia con las potencias europeas, que compiten todo el año. Ellos juegan torneos, aunque no clasifiquen a nada, algo que acá se podría hacer también a nivel sudamericano", comparó.
"Soy un convencido de que hoy por hoy, en el canal que hay de aprendizaje de chicos y chicas ellos aprenden muchísimo de sus compañeros o compañeras y de sus rivales, entonces, si a mi rival le saco siempre 70 puntos y si mi compañera nunca me puede defender en el entrenamiento, tengo una cota de aprendizaje limitada. Ellos quieren hacer más con y contra, que escucharnos a nosotros", entendió.
También se refirió a Isabella Roldán (9 de Julio) y Juana Montivero (Bahiense del Norte), quienes jugaron por Argentina.
"Soy bastante nuevito en el Femenino, pero me encantó compartir con ellas. Sabemos lo que hacen adentro de la cancha, pero fueron super queridas e integradas dentro del grupo. Las restantes 10 querían estar con ellas. Hubo una comprensión de todo el equipo de lo que se hablaba, algo que con varones muchas veces no pasa", destacó.
Respecto de las diferencia de un género y otro a la hora de interpretar y poner en práctica lo aprendido dijo: "No tengo dudas que el varón es más desatento, tampoco dudo que tiene una resolución más simple de problemas técnicos. En el femenino hay mucho error no forzado que quizás en el varón no se ve, pero sí hay una comprensión más instantánea, un intento de esa ejecución más genuino y no hay excusas, al menos con este proceso".
En cuanto a lo anímico dijo: "Las mujeres, en general, tienen una tolerancia a la frustración un tanto más baja, pero también se reponen más fácil que el varón", opinó.
Mirá la nota completa: