Y el tren siguió de largo

Mario Minervino

mminervino@lanueva.com

Es periodista, ingeniero civil y docente de la Universidad Nacional del Sud en materias relacionadas con el Patrimonio arquitectónico y el planeamiento urbano. Ha publicado notas en revistas Vivienda, Todo es Historia, Obras & Protagonistas y Summa +. Participa en varios micros radiales referidos a la historia de Bahía Blanca. En dos ocasiones recibió primera mención por parte de ADEPA en el rubro Cultura e Historia.

Hace 62 años, en junio de 1961, el tren proveniente de Buenos Aires no detuvo su marcha en la estación Sud –Avenida Cerri al 600--, generando sorpresa y el pánico entre los pasajeros y el personal ferroviario.

Eran cerca de las 6.30 de una fría mañana de junio cuando la gente que esperaba en el andén de la estación vio llegar, con más de una hora de atraso, la formación proveniente de Plaza Constitución.

Les llamó la atención cuando, a la altura de calle Brandsen, el tren, lejos de disminuir su velocidad, la mantuvo. Y grande fue la sorpresa cuando el convoy no se detuvo y siguió su marcha con rumbo a Ingeniero White.

De inmediato reinó la preocupación, sin saber que estaba ocurriendo. Recién a los tres kilómetros se verificó que el tren se estaba deteniendo, lentamente, hasta quedar quieto  a la altura de la estación Spurr. A los pocos minutos, de manera extraoficial, se mencionó  que lo ocurrido se debió a que tanto el maquinista como el foguista se habían quedado dormidos.

Fue uno de los guardas quien, percatándose de lo que estaba ocurriendo, accionó la válvula de emergencia, aunque dada la velocidad del tren, 60 km/h, llevó varios metros detenerlo.

La suerte quiso que no hubiese otra formación en las vías ni el paso de vehículos o peatones en los pasos a nivel.

Ese mismo día, las autoridades confirmaron la versión sobre el percance del maquinista y el foguista, ante lo cual habían sido separados del servicio y, se anticipó, “se les aplicaría las sanciones correspondientes”.

Como detalle de color, sólo una vez había ocurrido algo similar. Fue en abril de 1884, cuando se inauguró oficialmente el servicio. En esa ocasión el maquinista cumplía la orden de detener su marcha en la última estación del recorrido, que no era Bahía Blanca sino Ingeniero White.