El trabajo del futuro en Argentina será una oportunidad para construir una sociedad más justa, equitativa y democrática para todos

Desde el restablecimiento de la democracia en 1983, Argentina ha experimentado cambios significativos en su economía y en su mercado laboral. Sin embargo hay muchos desafíos por delante en términos de garantizar una vida digna para todos los trabajadores.

En la actualidad, el trabajo se está transformando en todo el mundo y Argentina no es la excepción. Las tecnologías digitales, la automatización y la inteligencia artificial están cambiando la forma en que se organizan y gestionan los mismos. El trabajo del futuro cercano será más flexible, más autónomo determinado por habilidades y competencias todas diferentes a las actuales.

Buscando historias de superación para escribir me encontré con tres pequeños empresarios de nuestra ciudad todos resurgiendo nuevamente en un modelo nuevo luego de un fracaso comercial y luego de la pandemia. Uno elabora y comercializa hamburguesas, y los restantes panaderías. Los tres me dijeron lo mismo “ni loco tomo un empleado”, nos arreglamos entre amigos y en familia, de acuerdo a habilidades y posibilidades de tiempo, uno elabora, otro atiende otro reparte…

Por eso debemos apuntalar las medianas empresas y las industrias como generadoras del futuro empleo y alentar en educación y subsidios a los pequeños comerciantes, autoempleados y pequeñas empresas. Buscando que los trabajadores argentinos puedan aprovechar al máximo las oportunidades que ofrece el futuro del trabajo. Será necesario que el Estado y la sociedad trabajen juntos para crear las condiciones adecuadas. A tal punto celebro la idea del exsenador Esteban Bullrich de juntar a todos los protagonistas en una mesa de solución. Esto implica la toma de decisiones políticas que permitan una transición justa hacia el trabajo del futuro y que garanticen la protección de los derechos laborales.

Las políticas públicas deberán enfocarse en la formación y capacitación de los trabajadores para que puedan adaptarse a los cambios tecnológicos, adquirir las competencias y desarrollar las habilidades necesarias para trabajar en los empleos del futuro. También deberán garantizar la igualdad de oportunidades para que todos los trabajadores puedan acceder a trabajos decentes y remunerados.

Es importante destacar que las políticas públicas no pueden ser desarrolladas de manera aislada. Se requiere la participación activa de los trabajadores, los usuarios y la sociedad en general para garantizar que las decisiones tomadas sean inclusivas y respondan a las necesidades de todos.

En estos 40 años de democracia, se han logrado avances significativos en la protección de los derechos laborales, pero aún hay mucho por hacer. Debemos ser agiles y eficientes socioculturalmente apoyándonos en la educación para lograrlo. Es fundamental que las políticas públicas se enfoquen en mejorar las condiciones laborales y en garantizar que todos los trabajadores tengan acceso a formación actualización a trabajos dignos y bien remunerados. También direccionar los objetivos de acuerdo a las oportunidades de Argentina en el mundo.

La democracia es la base de una sociedad justa y equitativa. La participación ciudadana y la toma de decisiones democráticas son fundamentales para garantizar el desarrollo sostenible y el bienestar de todos los ciudadanos, incluyendo a los trabajadores.

En este 1 de mayo, celebremos la oportunidad de gestionar una sociedad con base en el futuro trabajo en su dignidad, mirando hacia el futuro con optimismo y aceptando el desafío con confianza en la capacidad de la sociedad y del Estado para construir un mercado laboral justo y equitativo para todos los trabajadores de nuestra Patria.

El trabajo del futuro en Argentina será una oportunidad para construir una sociedad más justa, equitativa y democrática para todos. Por eso esperamos que las decisiones políticas futuras se enfoquen con profesionalismo determinación y altruismo en este sentido..

Feliz Día del Trabajador a todos.

Lic. Ceferino M. Caiola