Oficialismo y oposición arman sus estrategias de seducción

Ricardo Salas

rsalas@lanueva.com

La agenda política, por lo menos hasta ahora, no se tomó ni un día de descanso. Claramente una de las razones pasa por descifrar el termómetro de un electorado afectado por las consecuencias de la inflación y una realidad economía de bolsillo dinamitada. 

Arrancó con todo 2023, hasta con aprietes verbales, tanto en el gobernante Frente de Todos como en la coalición opositora de Juntos por el Cambio, en medio de sombrillas y reposeras en distintas playas públicas de distritos costeros. 

El presidente Alberto Fernández con intendentes bonaerenses, el gobernador Axel Kicillof de recorrida por la arena turística, el PRO y su cumbre en Mar del Plata, y un gran acto radical veraniego parecen algunos de los principales atractivos de la política autóctona, en un verano que se anticipa movido y en clave electoral. 

El Presidente avanzó en su agenda propia de gestión y se reunió con alcaldes de la PBA a los que convocó “a seguir trabajando juntos”, dejando en claro que no se baja de la pelea electoral. Sino todo lo contrario, dejando pistas claras acerca de su futuro. 

Por otro lado, Kicillof combinando actividad institucional con reuniones de la agenda política con intendentes, sigue dejando a flote la certeza de que será nuevamente candidato, aunque con alguna duda de a qué: si será a la reelección bonaerense o se subirá a la pelea nacional. 

Especulaciones al margen, lo cierto es que el mandamás del ala dura del cristinismo en la Provincia atraviesa hoy un buen momento político. Parece la estrella y esperanza a futuro del oficialismo. 

Si bien los distintos alcaldes del Frente de Todos que conforman la “Liga de intendentes peronistas” tienen diferentes ambiciones y enfoques de cara al rumbo electoral,  no pocos ya salen a bancar públicamente el operativo reelección de Kicillof en la gobernación de calle 6. 

“Axel es el mejor candidato y quien está en mejores condiciones para aportar los votos desde el mapa bonaerense a una votación nacional. Esta es una elección que se gana de abajo hacia arriba y la PBA es la mayor jurisdicción electoral del país”, señalan. 

Claro que existen otros intendentes que juegan algunas fichas a la candidatura a gobernador del actual jefe de Gabinete, el lomense Martín Insaurralde, quien tanpoco oculta su intención de suceder a Kicillof. Esa tropa del populoso Conurbano abrochó una suerte de pacto con Máximo Kirchner que le permitió al líder de La Cámpora acceder a la presidencia el PJ bonaerense y a los caciques municipales seguir manejando los resortes legislativos con “poder real”. 

Con el eslogan “Derecho al futuro”, se confirma cuál es la línea que mantendrá la gestión Kicillof, entendiendo así que entre las metas fijadas estará la de mantener el ritmo de obras de infraestructura. “Reactivación económica y productiva con inclusión social” enfatiza el gobernador. 

Mientras tanto, intendentes con voz autorizada en la bancada legislativa de Juntos siguen aportando ácidas críticas contra el Ejecutivo.  “Kicillof sigue demostrando que hace mucho perdió la brújula de la Provincia, si es que alguna vez la tuvo” sostienen.  

Pero, como desde un tobogán acuático, legisladores del oficialismo le cayeron a sus pares opositores acusándolos de “vivir en Macrilandia” más allá de las pasiones políticas que cada sector lleva a los recintos de sesiones parlamentarias.  

Ademas, la crisis que está atravesando el sector agropecuario producto de las extremas sequías que afectan a extensas superficies de la Provincia, impulsó al bloque de senadores de JxC a reclamar tanto el Gobierno nacional como al bonaerense que adopten las medidas necesarias -de manera urgente- para apoyar y acompañar a los productores afectados. 

Más del 80% del territorio está afectado por esta condición climática, situación que ha generado “enormes pérdidas económicas" para el sector rural. 

En paralelo, la oposición también sigue con su agenda de verano. Días atrás, se reunió virtualmente la “Mesa Nacional”, donde definieron la estrategia a seguir, pero sobre todo, buscaron mostrar una “foto” de la totalidad de los principales referentes de la cúpula central de Juntos por el Cambio en el comienzo del año electoral. 

No obstante la foto, cada cual sigue atendiendo su juego. Mientras Mauricio Macri presentará su libro en Mar del Plata, donde aprovechará para reunir a la tropa amarilla en una cumbre PRO – una riña doméstica que parece prolongarse en el tiempo- el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta sigue con su agenda propia de campaña, que incluye recorridas por la playa, paseos en bicicleta, y hasta surf, en un tono muy similar al naranja sciolista. 

También los radicales harán su propia cumbre en la Feliz bajo la consigna: “Para cambiar la Provincia”, y que cristalizará la oficialización de la candidatura del diputado Maxi Abad a la gobernación.  

Desde hace varios días la convocatoria viene haciendo eje en la intención de la UCR bonaerense de disputarles a sus socios la cabeza de la fórmula en la PBA.  Una suerte de demostración de fuerza más pensando en la interna de JxC que en la campaña general. 

Una de las presencias principales que se espera es la del diputado nacional y neurocientífico Facundo Manes, quien viene siendo foco de atención a raíz del rumor que lo vinculó al armado filo peronista que están llevando adelante el gobernador cordobés Juan Schiaretti y el exgobernador salteño Juan Manuel Urtubey, y que en Provincia tendría al exministro Florencio Randazzo como principal dirigente. 

Por ahora Manes no ha dicho una sola palabra, aunque su discurso desde que decidió involucrarse en la arena política, siempre fue antigrieta, más cerca de la ancha avenida del medio, que de la bipolaridad entre buenos y malos.