El castillito de Alem

Redacción de La Nueva.

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Mario Minervino / mminervino@lanueva.com

   Hace 113 años, en agosto de 1909, la Revista Comercial publicó el diseño de un atractivo chalecito a levantarse en la avenida Alem al 1200, diseñado por el arquitecto Joaquín Saurí..

    "El arte es, acaso, omnipotente: todo lo transforma, todo lo embellece y, como Dios, casi de la nada, saca obras inmortales y maravillosas". De esta manera la publicación daba cuenta de la construcción de una obra que, se dijo, embellecería la avenida Alem, una calle por entonces poco menos que perdida en la "parte de atrás" de la ciudad, que comenzaba lentamente a tomar protagonismo desde la habilitación, en 1906, del Parque Municipal (actual Parque de Mayo).

    El solitario edificio tenía una estética inspirada en los chalets tipo "fantasía", por entonces muy en boga en los barrios Parque, generalmente denominados "adornados", y que, en nuestra ciudad, podemos emparentar con los conocidos "castillos" que se levantaron, y todavía pueden verse, en Villa Harding Green. También había un par de similar diseño construido en el parque de Mayo.

    En el caso de la avenida Alem, el inmueble tendía un destino particular: servir de lavadero, cuarto de planchado y habitación del quintero, para una de las familias de la “haute bahiense”.

    "Nada más trivial que esto y, no obstante, el arte ha sabido elevarlo a buena altura, disfrazando lo pobre del interior con un exterior agradable en extremo", se comentó.

    El “castillito de la avenida Alem”, como se lo menciona en nuestros días, fue diseñado por el arquitecto catalán Joaquín Saurí, el mismo que proyectó “la Casa del Ángel” (Brown y Anchorena) y de la actual sede de Sociedad Sportiva (Witcomb y Florida).

   Inventariado como bien patrimonial, varias veces estuvo a punto de ser demolido pero intervenciones oportunas del gobierno municipal del momento evitaron esa intervención.