Bahía Blanca | Viernes, 29 de marzo

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Las centenarias cañerías de hierro fundido: las primeras obras para dotar de agua a la ciudad

Una centenaria cañería de hierro fundido da cuenta de las primeras instalaciones que permitieron el servicio de aguas corrientes en la ciudad, a cargo de las empresas inglesas que administraban los ferrocarriles y puertos locales.

Mario Minervino / mminervino@lanueva.com

Forografías: Rodrigo García / rgarcia@lanueva.com

   Llegando a la zona del embalse de Paso de las Piedras puede advertirse la presencia de un importante tramo de cañerías de hierro fundido de 400 mm, elevado del suelo mediante pilares de mampostería y hormigón, que abandona su recorrido subterráneo y se elevan para salvar las aguas del río Sauce Grande, en su trayecto hasta nuestra ciudad.

   Es el vestigio de un histórico acueducto que transportaba el agua captada en la primera toma que los ingleses del Ferrocarril del Sud y del Buenos Aires al Pacífico instalaron en Paso Piedras, en las primeras décadas del siglo XX. La toma estaba 16 kilómetros aguas arriba –cerca de Saldungaray-- y disponía de una estación de bombeo en el sitio donde hoy se ubica el complejo hídrico inaugurado en 1972.

Las centenarías cañerías en su recorrido hasta nuestra ciudad

   Aquella primera boca-toma consistía en un dique de hormigón con paredes de 1,75 metros de altura, en forma de V, protegido con batientes laterales también de hormigón, aguas arriba y aguas abajo.

   Si bien el acueducto tenía su trazado mayormente subterráneo, se elevaba en determinados puntos, como es el caso de cruzar sobre el cauce del Sauce Grande. Incluso esa instalación contaba con escaleras para acceder a la parte superior del caño, donde se ubicaban unas planchas de acero a modo de piso y barandas a los costados, de manera que la cañería funcionaba también como puente peatonal.

   En algunos componentes del trazado pueden leerse las iniciales ACBB –Aguas corrientes de Bahía Blanca--, tal la designación de la empresa en sus comienzos—, el nombre del fabricante –RM & Cía—y una fecha precisa, la del 5 de agosto de 1916, año de fabricación.

   Ese año la empresa duplicó la capacidad de transporte de agua por medio de este acueducto, hasta empalmar con la cañería maestra en nuestra ciudad, la que transportaba el agua a la planta de tratamiento ubicada en Grünbein.

Vista parcial de los filtros de Grünbein, 1928

El inicio del servicio

   Bahía Comenzó a disponer de de aguas corrientes en octubre de 1908, concesionado el servicio a las dos grandes empresas inglesas, el Ferrocarril del Sud y el Buenos Aires al Pacífico, que financiaron y construyeron las primeras instalaciones. Un año antes, 1907, la ciudad había sufrido una de las peores sequías de su historia.

   La falta de lluvias hizo que fueran inútiles los algibes y el arroyo Napostá estaba sin agua varios kilómetros antes de llegara Bahía Blanca. Fue clave en esa crisis la ayuda del Ferrocarril del Sud, que hacía cargar con agua sus vagones tanques en las estaciones de Médanos, Napostá y Saldungaray y luego los estacionaba en el paso a nivel de calle Falucho, donde concurría la gente provista de baldes, barriles y botellones.

   La habilitación del servicio en 1908, con captación de agua del Sauce Grande, a 80 kilómetros de la ciudad, trajo alivio a toda la población y alejó además el temor a la fiebre tifoidea, enfermedad muy habitual ya que las aguas del Napostá, a las que más se recurría, estaban ya contaminadas y no eran aptas para el consumo humano.

La primera toma en el Sauce Grande, cerca de Saldungaray