Bahía Blanca | Viernes, 19 de abril

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Uno, dos, trío

¿El trío dejó de ser la fantasía sexual más reiterada para pasar a ser un acto real? ¿Cómo plantear el deseo de hacer un trío? ¿ El tercero o tercera ya no es parte de la discordia y entra a la cama para optimizar una relación?

   Dos ideas convergen en esta columna. Por un lado hemos hablado de la importancia del autoconocimiento, la autosatisfacción  y de las relaciones sexuales propiamente dichas respetando siempre la forma en que cada uno se perciba.

   Día pasados fui al sexshop. Suelo ir frecuentemente para ver las novedades y dialogar sobre las tendencias y los productos que más se consumen, todo es materia de análisis, todo comunica.  En  el local me llamó la atención cómo se incrementa la cantidad de muñecas y muñecos. Hay de todos los tamaños y razas, es decir para todos los gustos.

   Intuía que ante la posibilidad de concretar un encuentro o ante la cantidad de relaciones tóxicas que se suscitan entablar relaciones con un muñeco  o muñeca, de tamaño real, que sirva para obtener placer y no hable ni confronte, tal vez era la forma placentera para muchos, muchas, muches.

   La respuesta de la vendedora me dejó pensando: “las muñecas y muñecos se llevan como paso previo al trío” . ¡sí! Quedé con la boca abierta como la muñeca.

   ¿El trío dejó de ser la fantasía sexual más reiterada para pasar a ser un acto real? ¿Cómo plantear el deseo de hacer un trío? ¿ El tercero o tercera ya no es parte de la discordia y entra a la cama para optimizar una relación?

   En la consulta siempre surge el tema de la fantasía de incorporar un tercero o tercera en un encuentro sexual. Generalmente quien lo planeta quiere aportar algo de novedad pues lleva muchos años en una relación monogámica. 

   Si bien la fantasía es recurrente suele surgir el fuerte deseo de querer convertirlo en realidad.  Así, reconocer el deseo es el primer paso. Luego habrá que indagar si la pareja coincide en esta inquietud y si no hay indicios lo recomendable es encontrar el momento para hablar del tema.

   En esto como en todo lo vincular no se permiten coacciones ni amenazas. Se debe expresar como un gusto, una preferencia y enunciando lo estimulante qué puede resultar. La pareja debe en libertad y confianza expresar sus preferencias. E n ocasiones la frecuencia o la concordancia  no es la misma y lo que a uno le gusta a otro le desagrada.

   Si no hay un convencimiento pleno es difícil introducir a un tercero o tercera en la cama. En este tema como en el uso de juguetes o mantener relaciones en lugares públicos, el diálogo y los acuerdos son precondición.

   Si es una fantasía que no se desea llevar al plano de lo real bajo ningún aspecto debe ser expresado con claridad, ya que la otra parte también tiene derecho a saber que esa experiencia nunca acontecerá.  A veces es cuestión de tiempo, de generar confianza y esperar el momento oportuno.

   En esta instancia es cuando la alternativa de un tercero o tercera artificial cobra relevancia, ya que ante la duda de realizar un trío, una muñeca o muñeco pude ser una alternativa a explorar. La presencia de otro, u otra, saca a la luz tabúes, miedos, inseguridades y hasta vergüenza.

   Si bien no hay un decálogo  o receta magistral sobre cómo concretar un trío o llevarlo a cabo, las necesidades de cada integrante de la pareja deben estar especificadas, se deben establecer acuerdos y una vez consolidado este paso aplicar el mismo procedimiento con el tercero.

   También habrá que estipular que realizar un  trío  en determinado momento o con cierta frecuencia no implica pareja abierta o poliamor. Comunicación, sinceridad, confianza, honestidad, son los elementos fundamentales para concretar un trío o aquello que tú fantasía provoque.

   Hasta el próximo encuentro. Lic. Magda