Bahía Blanca | Miércoles, 24 de abril

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Cumplieron un sueño: madre e hija fueron voluntarias y egresaron juntas de la UNS

La enfermera Gladis Sánchez y su hija Débora Estabillo obtuvieron el diploma de la Tecnicatura en Acompañamiento Terapéutico. Ambas trabajaban con adultos mayores y habían terminado sus estudios secundarios de adultas. "Deseamos que esta hermosa experiencia sea de gran contagio y motivación  para otras personas", expresó Débora.

Débora Estabillo y Gladis Sánchez, en el acto de colación. Gentileza: prensa UNS

   Anahí González Pau
   agonzalez@lanueva.com

   Gladis Sánchez tuvo un amague de bajar los brazos durante el aislamiento obligatorio impuesto en pandemia y de no seguir adelante con la Tecnicatura de Acompañamiento Terapéutico que estaba cursando en la UNS pero su hija Débora Estabillo, quien también estaba estudiando la carrera, la apoyó con las clases por Zoom y el resultado quedó a la vista: hace unos días, ambas obtuvieron el título que tanto anhelaban para proyectarse a nivel profesional.

   El acto de colación estuvo cargado de emociones: lágrimas y risas se hicieron presentes mientras sostenían el diploma felices por el logro y posaban para las fotos.

    Gladis es enfermera, ejerció en el ámbito estatal y en geriátricos y hoy lo hace de forma particular. Por distintos avatares de la vida ambas terminaron la secundaria de adultas.

    "Hace 20 años que mi mamá comparte su hogar con Coca, de 94 años, y hasta hace 3 años compartía con Catalina de 104 años", contó Débora.

   "Ver a mamá cómo las trataba desde una mirada amable, empatizante, despertó en mí un gran interés por el cuidado de las personas adultas mayores y cuando nos enteramos que se abría esta carrera decidimos anotarnos", contó.

    Era la oportunidad de estudiar algo que se relacionaba con el llamado de la vocación y les permitía adquirir nuevas herramientas.


Con Coca y Catu, las adultas mayores que entraron en el corazón de la familia.

   "La universidad fue todo un desafío porque implicó reorganizarnos con el horario, el trabajo, la casa y los hijos adolescentes", contó.

   Débora tiene un hijo de 18 años y su mamá tiene otra hija, de 19 años.

   "Hacer grupo, los exámenes, una pandemia inesperada en el medio y familiarizarnos con las plataformas de Zoom y Meet no fue nada fácil pero tampoco imposible", reflexionó.

   


   Gladis con su nieta en brazos y a la izquierda su mamá. A la derecha Débora con su hijo.

   "Para nosotras este título representa un gran logro de motivación. Mamá recibió muchos prejuicios del estilo 'ya estás vieja para estudiar' y  somos las primeras en la familia que asisten a una universidad. Nos sentimos orgullosas por poder demostrar que para estudiar no hay edad que con esfuerzo y perseverancia se puede alcanzar la meta soñada", dijo.

   Comentó con alegría que su logro trajo motivación, ya que su hermana de 19 años está cursando el 1º año de Licenciatura en Química en la UNS y su hijo de 18 años está finalizando sus estudios en la Escuela Técnica de Azara y preparándose para el ingreso a la carrera de Ingeniería en Sistemas en la misma casa de altos estudios.

   "Debo destacar el apoyo de la familia y de las compañeras y compañeros que siempre han apoyado con una palabra de aliento. Ambas estamos muy agradecidas con la UNS por la flexibilidad que manejó respecto a esta carrera, en cuanto a los horarios y días de cursada y por el acompañamiento por parte de los docentes y coordinadores", señaló.

   En pandemia Débora fue voluntaria del seguimiento telefónico de personas con riesgos de contraer Covid (como una estrategia de vigilancia clínica y epidemiológica en nuestra ciudad) articulado por la subsecretaría de Extensión universitaria junto al departamento de Ciencias de la Salud, se sumó ala Red de Información Confiable y Segura y participó del proyecto de apoyo a la UNS, denominado Porque la palabra importa, en el acompañamiento telefónico a adultos mayores en contexto de epidemia.

   En tanto su mamá, Gladis, también fue voluntaria en pandemia, participando como enfermera del proyecto del PAMI Vacunación Covid 19.

   "Nos sentimos con el corazón inflado de saber que esto también motivó a otros", concluyó.

   Débora siente que siendo voluntaria le devuelve algo a la UNS de tanto que le dio

   En el 2020 muchos de los estudiantes de diferentes carreras se vieron imposibilitados de hacer prácticas presenciales. En el marco del contexto de pandemia declarado por la OMS, surgió un convenio con la UNS, Región Sanitaria y secretaría de Salud para acompañar a aquellos usuarios que se encontraban en aislamiento debido a la definición  de Caso sospechoso, contacto estrechos y positivos de Covid.

   Como estudiante de la Tecnicatura de Acompañante Terapéutica Débora se capacitó y adquirió habilidades en relación a la comunicación y a otras problemáticas distantes de los saberes específicos de su profesión.

   "El trabajar con un equipo interdisciplinario me brindó seguridad y muchas otras herramientas como habilidades expresivas de abordaje integral. A medida que los casos tenían picos y bajas fui adquiriendo más confianza. Pude hacer trabajo de promoción y prevención en distintos padecimientos entre ellas seguimiento de enfermedades crónicas no transmisibles, personas gestantes e inmunizaciones, entre otros"m, contó.

   "Hoy nos encontramos en otra situación sanitaria. Lo que he aprendido en relación a estas prácticas ha fortalecido no solamente mis habilidades profesionales sino también personales. Cómo no ser voluntaria si siento que así devuelvo algo de lo que me dio mi querida casa de estudio la UNS", sostuvo.