Bahía Blanca | Sabado, 20 de abril

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Aliados de Ucrania estiman un conflicto largo, mientras Putin habla de "esperanzas" en negociar

Estados Unidos y sus aliados no solo ratificaron su asistencia a Ucrania en materia de armamento para enfrentar la invasión rusa, sino que además se reunirán cada mes para evaluar las necesidades de defensa de Kiev.

   Estados Unidos y sus aliados no solo ratificaron su asistencia a Ucrania en materia de armamento para enfrentar la invasión rusa, sino que además se reunirán cada mes para evaluar las necesidades de defensa de Kiev, lo que supone un conflicto extendido en el tiempo, pese a que el presidente Vladimir Putin ratificó hoy que aún tiene “esperanzas” en las negociaciones para buscar un acuerdo que termine los enfrentamientos.

   "La reunión de hoy se convertirá en Grupo de contacto mensual sobre Ucrania", explicó el secretario de Defensa de EEUU, Lloyd Austin, tras un encuentro de cerca de 40 países en la base aérea estadounidense de Ramstein, en el oeste de Alemania, para coordinar la ayuda a Ucrania.

   Ese espacio, según Austin, se propone encaminar la acción de "las naciones de buena voluntad para intensificar los esfuerzos, coordinar la asistencia y concentrarse en la victoria de las batallas de hoy y de los combates de mañana".

   El Gobierno alemán aprovechó la reunión para exhibir un giro en su política y anunciar que autorizará la entrega de unos 50 tanques de tipo "Gepard" - especializados en defensa antiaérea- a Kiev.

La ONU estima que antes del fin de la guerra otros 3 millones de ucranianos huirán del país

   Aún más, la ministra de Defensa alemana, Christine Lambrecht, no excluyó que en el futuro, Berlín apruebe otras entregas de armas pesadas a Kiev.

   "Todos estamos comprometidos a ayudar a Ucrania a ganar hoy y fortalecerse a largo plazo", insistió Austin, que prometió también "mover el cielo y la tierra" para fortalecer la defensa de Ucrania.

   Aunque el funcionario de Joe Biden destacó que “países del mundo entero se movilizaron para responder a las necesidades urgentes de Ucrania”, advirtió que "no tenemos tiempo que perder", porque las próximas semanas serán “cruciales”.

   Entre los 40 países invitados al encuentro de hoy, estaban los aliados europeos de Estados Unidos y también otros Estados más lejanos como Australia y Japón, que temen que una victoria de Rusia en Ucrania siente un precedente y aliente las ambiciones territoriales de China.

   También Finlandia y Suecia, países tradicionalmente neutrales que, desde la invasión de Ucrania, contemplan adherirse a la OTAN.

   En Moscú, en tanto, Putin ratificó la predisposición de su administración a seguir buscando una salida al conflicto a través de negociaciones, según le hizo saber al secretario general de la ONU, António Guterres, de visita en la ciudad.

   "A pesar de que la operación militar se está desarrollando, seguimos teniendo esperanzas en la capacidad de alcanzar acuerdos por la vía diplomática. Estamos negociando, no rechazamos (negociar)", dijo Putin a Guterres.

   Sentado frente al titular de la ONU en una larga mesa, Putin afirmó que las negociaciones descarrilaron debido a las acusaciones de que Rusia era responsable por la matanza registrada en la localidad de Bucha, cerca de Kiev.

   "Hubo una provocación en Bucha, con la cual el ejército ruso no tuvo nada que ver. Sabemos quién organizó esa provocación, a través de qué medios y quiénes fueron las personas que la realizaron", agregó, según consignó la agencia AFP.

   Guterres, por su parte, reiteró su llamado a la apertura de corredores humanitarios para evacuar a los civiles ucranianos de zonas de combate como Mariupol, hecho poco antes frente al canciller ruso Serguei Lavrov.

   "Es urgente" crear esos corredores de evacuación de civiles "realmente seguros y eficaces", señaló previamente el secretario general de la ONU en una conferencia de prensa junto a Lavrov, pero Putin, un rato después y en charla con su par turco, Recep Tayyip Erdogan , afirmó que no hay combates en esa ciudad.

   Guterres se mostró especialmente preocupado por la situación de los civiles atrapados en el complejo metalúrgico de Azovstal en la localidad, asediado por el ejército ruso.

   Con Lavrov, quedó abierta la chance de establecer un grupo tripartito (Rusia-Ucrania-ONU) para preservar la vida de los civiles.

   Además de coordinar la ayuda a Ucrania, EEUU también buscó erosionar a Putin en la cuestión negociaciones, a través del secretario de Estado, Antony Blinken, para quien el presidente ruso "no es serio" en las conversaciones.

   "No hemos visto ninguna señal de que el presidente Putin sea serio acerca de las negociaciones", manifestó Blinken ante el Comité de Relaciones Exteriores del Senado.

   Reiteró además que el objetivo de Washington es que Ucrania tenga “en sus manos la capacidad de repeler la agresión rusa y, de hecho, fortalecer su posición en una eventual mesa de negociaciones" para poner fin a la guerra.

   Las palabras de Blinken también apuntaron hacia adentro de EEUU, porque fueron en respuesta a una pregunta del republicano Rand Paul, crítico del intervencionismo estadounidense, que acusó a Biden de contribuir a la decisión de Putin de invadir el país al proclamar "una entrada de Ucrania en la OTAN".

   Según el jefe de la diplomacia estadounidense, en las negociaciones con Rusia antes de la invasión del 24 de febrero, había quedado claro que las críticas de Putin sobre un ingreso de Ucrania en la Alianza trasatlántica eran un pretexto. "Hemos intentado discutir seriamente (con los rusos) sobre estos temas", dijo Blinken.

   El turco Erdogan, en tanto, buscó revitalizar su pretendido rol de mediador con otra charla con Putin, aunque esta vez solo conversaron de la situación "humanitaria" en Ucrania.

   Fue la quinta conversación telefónica desde la invasión rusa el 24 de febrero, y los dos dirigentes "hablaron en detalle de la situación en Ucrania en el contexto de la operación militar especial (nombre con el que Rusia refiere a su ofensiva)", dijo la presidencia rusa en un comunicado.

   En el terreno de los combates, el Ministerio de Defensa ruso informó que destruyó más de 2.500 tanques y otros vehículos blindados de Ucrania desde que comenzó la entrada de sus fuerzas.

   "En total desde el inicio de la operación especial han sido destruidos 141 aviones de combate, 110 helicópteros, 583 drones, 269 lanzaderas de misiles, 2.576 tanques y otros vehículos blindados", dijo el vocero de Defensa, Igor Konashenkov, en su reporte diario, citó la agencia de noticias rusa Sputnik.

   En cuanto a las acciones de las últimas 24 horas, el portavoz indicó que los misiles de alta precisión destruyeron 87 instalaciones militares ucranianas, entre ellos 37 centros de mando, 21 almacenes de armas y una batería Buk.