Bahía Blanca | Viernes, 29 de marzo

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Covid-19: la protección de la vacuna disminuye a los seis meses

La capacidad neutralizante de los anticuerpos generados por la vacuna baja en personas mayores de 60 años.

“La evidencia científica sirvió para que las autoridades pudieran tomar mejores medidas sanitarias”, expresaron los investigadores argentinos.

   Un estudio realizado por científicos del Instituto Nacional de Epidemiologia Juan H. Jara y de la Fundación Instituto Leloir (FIL) demostró que la capacidad neutralizante de los anticuerpos generados por las vacunas Sputnik, AstraZeneca y Sinopharm en personas mayores de 60 años disminuyó de tres a nueve veces a los 6 meses, lo que demuestra la necesidad de aplicación de dosis de refuerzo, especialmente importante en este contexto de aumento de casos.

   Se trata de una investigación realizada en colaboración con PAMI que buscó medir el impacto de la vacunación en las personas institucionalizadas en residencias de larga estadía, en la cual participaron 851 voluntarios con una edad promedio de 83 años de La Plata, Lanús y Mar del Plata entre marzo y noviembre de 2021.

   “Este estudio surgió a partir de la necesidad del PAMI de monitorear a la población adulta y hacer un seguimiento de las personas vacunadas. Para eso solicitó la colaboración del Instituto Nacional de Epidemiologia (INE) y la Fundación Instituto Leloir (FIL)”, señaló la bióloga y profesional del Conicet, Pamela Rodríguez, una de las autoras principales del trabajo que fue publicado en la revista “Frontiers in Immunology”.

   Por su parte, el director del Laboratorio de Serología y Vacunas de la FIL, Andrés Rossi, señaló que “el aporte principal del trabajo fue demostrar que las tres plataformas utilizadas en el país lograron generar la respuesta inmune; además, determinamos que esos niveles disminuyen con el tiempo y que, como se había visto en la población general, la exposición previa al Sars-CoV-2 genera una mayor respuesta”.

   Los anticuerpos IgG anti Spike fueron medidos con el kit Covidar (desarrollado también en la FIL) y el estudio pudo determinar que la capacidad neutralizante de éstos disminuyó de tres a nueve veces a los 6 meses después de la vacunación inicial para todas las plataformas.

   Además, la capacidad de neutralización contra Ómicron fue entre 10 y 58 veces menor en comparación con la ancestral B.1 (la denominada cepa Wuhan) para todas las plataformas de vacunas a los 21 días posteriores a la dosis 2 y a los 180 días posteriores a la dosis 1.

   “Esta diferencia en la capacidad neutralizante entre las cepas ancestral B.1 y Ómicron muestra que la pandemia es un fenómeno dinámico y, como tal, requiere que las estrategias de respuesta también lo sean. Por eso, compartimos la decisión de las autoridades de implementar estrategias de refuerzo para mejorar la protección de la población”, sostuvo posteriormente Rossi.

   Y en este sentido, destacó que “mientras en el país ya hay quienes están recibiendo una 5° dosis (o tercer refuerzo) de las vacunas, una gran mayoría tiene aún pendiente la cuarta; en este momento en el que se evidencia un notable aumento de casos, es importante aplicarse las dosis que correspondan para completar es esquema”.