Bahía Blanca | Jueves, 28 de marzo

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Crece el número de mujeres en la construcción: ¿cuántas hay trabajando en Bahía?

En el país, según un informe de Camarco, son alrededor de 1.400. En nuestra ciudad, más de 30 ya están afiliadas a la UOCRA.

Por Pablo Andrés Alvarez / palvarez@lanueva.com

  Unas 1.400 mujeres actualmente trabajan en diferentes obras de viviendas en Buenos Aires, según un informe de la Cámara Argentina de la Construcción (Camarco). 

   Cumplen con las tareas de dirección, proyección de obras y provisión, control y guardado de herramientas, instalaciones eléctricas y colocación de terminaciones de vivienda. 

   La cámara empresaria actúa en coordinación con la Comisión Directiva de la UOCRA y UOCRA Mujeres, dirigido por Paula Martínez.

   “Se estima que, a nivel provincial, entre el 3 y 4 % de trabajadores de la construcción son mujeres. Acá en Bahía también se está dando ese fenómeno, y es muy auspicioso que eso ocurra”, señaló Carlos de Boer, delegado normalizador de la filial local de la Unión Obrera de la Construcción de la República Argentina.

   Y añadió: “Actualmente tenemos alrededor de 30 mujeres trabajando en este rubro y va creciendo. La idea es mantener esa tendencia con ciertas acciones puntuales”. 

   Desde Camarco informaron que las principales tareas donde se puede visibilizar el avance de la mujer son aquellas relacionadas con la dirección, proyección de obras, el control, provisión y guardado de herramientas de mano, llamadas “pañoleras”, instalaciones eléctricas y terminaciones (colocación de algunos revestimientos) en general, oficiales de pintura, ayudantes de albañilería, incluyendo el emplazamiento de piezas de ajuste de los elementos de hormigón premoldeado.

   “Hoy existen más de 1.400 trabajadoras en el sector, sobre todo en la ciudad de Buenos Aires, en distintas obras. Queremos ampliar ese número, será clave para avanzar en esta agenda de género en la industria”, dijo Marisa Luero, presidenta de comisión género y diversidad de Camarco.

   Si bien siguen siendo mayoritarias en áreas como la arquitectura y el interiorismo, asociadas a lo estético, también fue creciendo la cantidad de directoras de obra, que implica dominio en la conducción de personas, manejo de tiempos y costos, programación de producción y, por ende, atributos de racionalidad y exactitud.

   “En las jefaturas de obra es donde se dio el crecimiento mas abrupto de la presencia femenina”, dijo Laura Nocito, CEO de una empresa constructora.

   Las expertas consultadas coinciden en que así como en otras áreas de nuestra sociedad, la amplia difusión de una cultura de empoderamiento de la mujer fue derribando sesgos limitantes, y quedó demostrado que pueden ejecutar tareas que requieren esfuerzo físico y precisión manual en las obras, a condición de contar con el entrenamiento adecuado.

   Paula Martínez, coordinadora del equipo multidisciplinario del Departamento de UOCRA Mujeres dependiente de la Secretaría General y Comisión Directiva del gremio, afirmó: “Nuestro gremio viene acompañando la incorporación de la mujer en la industria. Desarrollamos acciones y actividades con el objetivo de asistir las trabajadoras y delegadas, en diferentes temáticas relacionadas con la defensa de sus derechos laborales, con su formación profesional, derechos personales y los de sus hijos y familia”.

   El involucramiento de la mujer en las obras va continuar. Es un proceso virtuoso, argumentan en el sector, pero su velocidad dependerá de cambios sociales como el cuidado de los hijos, en especial en hogares mas carenciados, y la transición hacia un ambiente de trabajo mixto. Adaptaciones necesarias para capturar a los beneficios de este cambio.

   “Las mujeres a cargo de hogares tienden a tener una personalidad fuerte, incansable y a orientar sus valores hacia el respeto y cuidado por lo otros”, subrayó Nocito. 

   “Con lo cual las empresas contaremos en nuestros equipos con personas muy motivadoras, al tiempo que estos hogares podrán insertarse activamente en la economía”.

   Las mujeres, según expertas, fueron las más afectadas por la carencia de políticas públicas en materia de género y quienes abordan mayormente las tareas de cuidado. El diálogo sectorial es el camino para generar políticas activas y promover la igualdad.

   “La activa participación en diversos programas de formación y capacitación sindical, la creciente incorporación de cláusulas de negociación colectivas con perspectiva de género, la elaboración de protocolos contra la violencia y el acoso, la inclusión especifica de contenidos de salud y seguridad en el trabajo “han permitido que el crecimiento de la mujer en la industria de la sea sostenido y protegido”, amplió Martínez.

   Sobre las obras de construcción de viviendas, desde el gremio informaron que incluyeron en los contenidos preventivos aspectos para beneficio de las trabajadoras: básicamente para evitar los riesgos ergonómicos, químicos y los relacionados con la organización laboral.

Elaboraron un protocolo interno

   El gremio de la construcción diseñó diversas campañas de difusión y sensibilización sobre la violencia y acoso en el mundo del trabajo.

   “La UOCRA, como organización sindical, tiene su propio protocolo interno sobre esta cuestión”, informó De Boer.

   Por otro lado está el rol de lo tecnológico, donde se explicó que los avances permiten reemplazar la fuerza física, todas las tareas que desempeñan los hombres en las obras pueden ser realizadas por mujeres.

   “Por eso estamos trabajando fuertemente en la capacitación para que la construcción, que es un sector muy dinámico en la generación de empleo cuando se da una recuperación del ciclo económico, pueda ser una salida laboral para ampliar el cupo femenino en gran dimensión”, concluyó De Boer.