Bahía Blanca | Martes, 23 de abril

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Nueva condena para un hombre que hace 15 años mató sin querer a su padre

Luciano Díaz recibió 4 años y medio de prisión por un intento de robo y tenencia de drogas. 

 

Díaz (centro) al ser trasladado para el primer juicio, en 2007. Fotos: archivo La Nueva.

   El Tribunal Criminal Nº 1 condenó a Luciano Nicolás Díaz (34) a cumplir la pena de 4 años y 6 meses de prisión, por tenencia de drogas e intento de robo con armas y tomó como agravantes distintos antecedentes, entre ellos una sentencia por matar a su padre en 2006, aunque sin intención.

   En este caso el fallo fue tras un juicio abreviado y el acuerdo entre la defensa y el fiscal Mauricio del Cero, quien llevó adelante la investigación.

   Se lo penó por el hecho registrado el 5 de octubre del año pasado, por la madrugada, cuando Díaz ingresó en la vivienda de Juncal 810, portando, sin autorización legal, un arma calibre 22.

   En esas circunstancias agredió a golpes a Iván Ariel Escalona y a Cristian Cortines, mientras los apuntaba con el revólver y los amenazaba con que los iba a matar.

   Cuando intentaba sustraer distintos elementos de lugar, su accionar fue interrumpido por la presencia policial.

   En la requisa, se le secuestró una riñonera con 132,9 gramos de marihuana en trozo compacto y distribuida en 6 envoltorios.

Circunstancias extraordinarias

   Díaz tiene varios antecedentes, por portación de arma de fuego y robo calificado, aunque la condena más importante se relaciona con la muerte de su padre Hugo, de 41 años.

   Ese hecho se produjo el 22 de enero de 2006, sobre las 20 y en medio de una pelea que se originó en un cumpleaños, en Cabo Farina al 200.

   Uno de los concurrentes aparentemente hizo una broma respecto de la novia de Luciano Díaz y eso desencadenó un enfrentamiento.

   En medio del tumulto, el acusado tomó una cuchilla y terminó por apuñalar a su padre en la zona abdominal, cuando este y su hermano trataban de impedir que la cosa pasara a mayores.

   Un año después, la Justicia le impuso 2 años de prisión en suspenso al considerar el hecho como homicidio culposo, aunque el Tribunal de

   Casación anuló la sentencia y ordenó un nuevo juicio, que se realizó en 2012 y terminó con la condena a 8 años de cárcel, por homicidio simple.

   De todas maneras, los jueces que lo volvieron a juzgar consideraron que en el hecho habían existido "circunstancias extraordinarias" de atenuación.